jueves, diciembre 14, 2006

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Por José Salazar G.


EN política no existen las equivocaciones, por lo que hay que analizar lo dicho por el diputado panista Raúl Alejandro Padilla Orozco, a propósito del recorte presupuestal a la Universidad Autónoma de México.

El citado diputado, que es presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, se congratuló de la reducción de fondos para la UNAM presentado por Calderón al Congreso, con el argumento infantil de que le gustaría “que todos los estudiantes estudiaran en escuelas de mejor calidad” y como los estudiantes de la UNAM pagan poco o casi nada por estudiar ahí, el diputado infiere que la educación que reciben no es de calidad. Este legislador es egresado de una universidad particular.

Si de calidad se trata el diputado no entiende lo que es calidad, pues la UNAM está entre las mejores escuelas del mundo, por eso tiene tanta demanda, por lo que a los alumnos, que por desgracia no entran a la Máxima casa de Estudios, no les queda otra alternativa que buscar su ingreso en escuelas particulares.


Desde el régimen de Zedillo se ha tratado de cobrar una cuota elevada en la UNAM, de acuerdo con la prestación del servicio e instalaciones, pero no han tenido éxito los intentos, inclusive hubo un paro de actividades académicas de dudosa manufactura que beneficio, sin buscarlo, a las escuelas particulares que vieron crecer su matrícula.


En la administración del horror, que no del cambio, se le dio carta abierta a la Secretaría de Educación Pública para que diera de alta a muchas escuelas particulares de educación superior, con el fin de reducirle el ingreso de alumnos a la UNAM, la maniobra por demografía tuvo éxito parcial, pero la calidad de educación, fuera de la UNAM, no aumentó.


Lo dicho por el diputado Padilla Orozco va más allá de un simple desliz personal, como lo calificó el PAN, es otra vez el intento de privatizar la educación superior en México, la que es obligatorio para el Estado mantenerla.


La estrategia es muy simple y hasta pueril, pero les da resultado: un miembro destacado de la ultraderecha empieza el escándalo mediático, otros lo desmienten y así poco a poco crece la bola de nieve, esperando pacientes hasta donde llega. Esa es la manera de hacer política de los conservadores quienes rara vez se equivocan en la búsqueda de sus objetivos.


Notas al margen

A propósito del juego del diputado Padilla Orozco,el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Ramón de la Fuente, exigió ayer que el Estado asuma cabalmente su responsabilidad con la educación pública y con las universidades del país.