Editorialito

Oaxaca: La Solución

Por Edi Torcito

LA lógica del Presidente de la República, Vicente Fox, se sustenta sobre premisas falsas, siendo la más importante la de que acceder a las demandas populares en Oaxaca y todo el país es, por un lado, debilidad y, por otro, pérdida de las ganancias que genera la corrupción impune y cínica en el ejercicio del poder. Una tercera apreciación es la del desprecio al pueblo. Sólo así se explica la actitud gubernamental, de intolerancia apoyando al gobernador Ulises Ruiz Ortiz --elegido mediante fraude electoral e individuo notoriamente corrupto-- y uso de la fuerza policiaca, militar y paramilitar, para acallar las demandas justas del pueblo. De esa guisa, don Vicente le hereda a su sucesor, Felipe Calderón --elegido también mediante fraude electoral--, un desafío de colosales proporciones: el de cómo evitar ser probablemente el último gobernante espurio de México. La solución al conflicto es simple atender las demandas populares.