La Columna Oblicua
Sabores
Por Rodrigo De Sahagún
LOS científicos han determinado que al besar movemos alrededor de treinta músculos de la cara, intercambiamos cerca de trescientas colonias de bacterias, liberamos una cantidad imprecisa de hormonas y aumentamos nuestro ritmo cardíaco. Así se comportan nuestros cuerpos cada vez que se unen en un beso. Obvio que en lo emocional sólo cada uno de nosotros sabemos qué sucede íntimamente y es excitante sentir aquella sensación.
Hay sabores que alegran nuestro paladar y nos hacen más placentera la vida. Sabores amargos, dulces, ácidos, picosos los disfrutamos en nuestros alimentos. Existen personas que tienen su sentido del gusto bastante fino, delicado y habemos otros que al parecer no gusta destruir nuestras papilas gustativas con tantos irritantes, pero cómo negarse a tantos deliciosos sabores que nos da este mundo. Cuando tenemos una buena charla es inevitable el disfrutar una taza de un delicioso café, de un vino, una cerveza o una bebida preparada; el sabor de un buen tabaco, una rica botana, un postre o algún dulcecillo. Nos fascina aderezar los momentos.
Los besos saben más rico de noche. De vez en cuando a los besos les gusta explorar lugares recónditos. El beso tiene sabor a mujer. Cuando los labios sueñan con un beso, despiertan saboreándose. La lengua es la compañera perfecta del beso. Por supuesto que hay besos para recordar y otros para… para… ya no recuerdo para qué. Personalmente los besos más deliciosos se dan en letras inglesas.
Un abrazo y a ellas por supuesto que un beso tronado… Adiós!!
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