domingo, noviembre 19, 2006

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Rafael Ramírez Castañeda


Por Guillermo H. Zúñiga Martínez


EL relevante veracruzano oriundo del municipio de Las Vigas, es uno de los principales emblemas de la educación campera. Su preparación académica, formación ideológica y trabajo sistemático en torno a la enseñanza de los niños indígenas y campesinos, lo hicieron convertirse en un enorme representante de la organización y desarrollo escolares en el medio rural. Ramírez tuvo la fortuna de colaborar con José Vasconcelos en la Secretaría de Educación Pública y, desde un modesto cargo, creó las misiones culturales durante el periodo de oro de la educación destinada a los marginados.

Una de las preocupaciones del vigueño, fue aquella que destinó a la preparación de los adultos, dándole importancia básicamente a su formación ciudadana. Dijo el extraordinario escritor y pedagogo: “Si los adultos han pasado por la escuela de niños y por la de adolescentes, estarán por fuerza preparados y listos para el ejercicio satisfactorio de la ciudadanía, pues sabiendo leer, escribir y contar y dominando los conocimientos comunes, tendrán mayor capacidad para ejercerla”.

Como es obvio, le interesaba el conocimiento que debían poseer los hombres y mujeres maduros en torno a la democracia y siempre estuvo en lo cierto, porque hasta nuestros días el mayor cúmulo de votos anulados son los que se extraen de las casillas que se ubican en las zonas más alejadas de la cultura y la civilización, por la simple razón de que miles de compatriotas no saben votar y mucho menos comprenden las plataformas ideológicas de los distintos partidos políticos.

Es cierto que con el oficio u ocupación que hayan elegido saben ganarse la vida y proveer lo necesario para el sostenimiento de sus familias, pero la ausencia de recursos que los mantiene en condiciones precarias, no les ayuda para proteger a sus vástagos y procurarles una mejor calidad existencial. Si las tareas culturales orientadas hacia la población en rezago cultural tuvieran mayor contundencia y se esparcieran de manera inteligente, constructiva y vital dentro de las comunidades, se lograría el engrandecimiento de la sociedad.

El maestro Ramírez, en el tomo II de sus Obras Completas, afirma que los adultos que no hayan pasado por la escuela primaria, habrán de ejercer sus derechos cívicos de manera defectuosa. Esta circunstancia justifica plenamente la necesidad de que las instituciones escolares se empeñen en difundir y conducir campañas tendientes a capacitar a lo que él llama el sector adulto.

Los apuntamientos de Ramírez sobre este tema, al decir de él mismo, son reflexiones que lo apartan de lo que fue su verdadera contribución, porque hace hincapié en el estudio y explicación de los programas destinados a la primaria y secundaria, pero lo que me llama poderosamente la atención es que su mensaje debería cobrar actualidad en razón de que muchos de los problemas sociales y políticos de México, encuentran su explicación en la impreparación de los ciudadanos para comprender las intenciones y finalidades de grupos que se dedican a manipular la necesidad, el hambre y la miseria para tratar de esparcir la inconformidad irracional y siempre destructiva, sin ofrecer ningún aspecto positivo que enriquezca el ambiente democrático del país.

Si los hombres y mujeres del campo supieran distinguir cada proyecto de nación y estuvieran dispuestos a analizarlo en la medida de sus posibilidades, entonces se dibujaría un panorama nuevo en la vida política nacional, por lo que sin escribirlo, el maestro Rafael Ramírez Castañeda alerta sobre la necesidad de que los maestros e intelectuales del país influyan, por los medios que tengan a su alcance, en la formación ciudadana, tema éste inacabado, inconcluso y que ahora se debería retomar con una gran fuerza para el ejercicio de los derechos públicos a través de partidos políticos, organizaciones culturales y no gubernamentales, preocupadas por el desarrollo global y pacífico de la nación.

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