EDITORIALITO

Aprender a Gobernar

Por Edi Torcito

DURANTE la campaña de proselitismo electoral del 2006, aquí se dijo que, si razonáramos nuestro voto, probablemente elegirías a aquél candidato que tuviese experiencia probada en algo tan difícil como es gobernar. Menciónese que Felipe Calderón, Roberto Madrazo, Roberto Campa Cifrián, Patricia Mercado y Víctor González Torres, Dr. Simi, postulado independientemente de partidos políticos, son personas que si bien pudieren poseer muchos atributos, uno de tales virtudes no es su experiencia para gobernar. Admítase que el señor Madrazo gobernó un estado, Tabasco, pero su paso por la Quinta Grijalva --como se conoce a la casa de gobierno en Villahermosa-- no le significó un acervo experiencial enriquecido. Queda, de esa lista, Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal, cargo cuya complejidad ofrece desafíos no muy distintos, en cantidad y tamaño, a los de un país. El señor López Obrador sabría, si elegido, a lo que se enfrentaría como Presidente. Los otros, en cambio, no. Y ello se está confirmando con el presidencialado de don Felipe, cuya novatez se suma a una muy peligrosa ineptitud, imprudencia política y, sobre todo, una ideologización a ultranza, como si todos, los casi 72 millones de votantes (sólo 15 votaron por él) fuesen panistas. El señor Calderón está aprendiendo a gobernar, pero aprende mal y comete yerros garrafales que son de graves consecuencias, como le ocurrió a su predecesor, Vicente Fox, quien nunca aprendió, por pereza mental e ignorancia, los elemtnos de la gobernanza. ¿Cómo subsanar eso? Mediante la movilización social, para evitar futuros fraudes electorales como el que llevó a don Felipe a Los Pinos.