miércoles, enero 24, 2007

EDITORIALITO

Pan y Circo

Por Edi Torcito

EN la antigüedad --en los tiempos del Imperio Romano-- hízose cotidiana la erxpresión "al pueblo, pan y circo, y si no hay pan, más circo". En el decurso histórico, esa expresión fue cobrando un carácter de infalibilidad axiomática como práctica política en las doctrinas del ejercicio del poder. En El Príncipe, Maquiavelo la describe como una herramienta de dominio sobre la voluntad popular. Gramsci la identifica como un mecanismo demagógico de control social. Bobbio la señala como un enser de inducimiento de la conducta colectiva. Y Rodrigo Borja la describe como una expresión de populismo ramplón que no siempre es efectivo". Hoy es el recurso más socorrido de los gobernantes porque es más fácil organizar espectáculos circenses que distraigan al populacho de sus problemas de subsistencia, que organizar la producción de bienes y servicios de consumo indispensable y el abasto oportuno, accesible --barato-- y suficiente de éstos. Dicha fórmula ha sido demostrada una y otra vez, pero no siempre funciona. Su eficacia --si acaso-- es de corta duración o nula, como se observa en nuestro país. Aquí, el Gobierno está empeñado en darnos el circo de la espectacularidad --gritos y sombrerazos, no más-- de operaciones militares en seis estados de la Federación en contra de los cárteles del tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas --el narco-- y las entregas ilegales, sin juicios de extradicion, de capos mexicanos al gobierno de Estados Unidos. Esa espectacularidad circense no divierte al pueblo, pues el pan --en nuestro caso, la tortilla-- se ha encarecido en un 40 por ciento, por lo menos. Este es un gobierno de payasos fracasados. Sin pan. Y un mal circo.