Asimetrías
Conflictividad Social
1) La espectacular --y, por ello, dramática-- espiral alcista en los precios de bienes y servicios de consumo ha reducido con gran enormidad el poder adquisitivo del salario y el ingreso familiar.
2) La admisión del propio Gobierno que preside Felipe Calderón --por voz del secretario de despacho de Economía, Eduardo Sojo-- de que no existen mecanismos para control de los precios de básicos.
3) Las operaciones militares contra las organizaciones del narcotráfico demuestran que la prioridad gubernamental no es enfrentar y resolver la causal de la delincuencia: desigualdad y pobreza.
4) La conflictividad social en México es muy alta. Ello conforma un hecho objetivamente establecido e insoslayable que, al parecer, no le preocupa al poder formal ni mucho menos al fáctico.
5) El saldo laboral del sexenio que presidió hasta hace 48 días el peripatético Vicente Fox fue negativo: cinco millones de desempleados, casi el 13 por ciento del total de la población económicamente activa.
6) El Presidente Felipe Calderón --a quien millones de sus connacionales cosideran un mandatario espurio y pelele de intereses creados, los de los ricos-- anunció un programa para crear empleos.
7) Adviértense indicios claros de recesión en la economía de México que, como bien sabríalo el caro leyente, es una dependiente de la de Estados Unidos y dominada por intereses trasnacionales de ese país.
Esos sucedidos aquí enumerados tienen una relación intrínseca. Dicho de otro arreo, esos sucedidos están vinculados por entreveramiento y traslape simbiótico. Se refuerzan entre sí.
De hecho, esos sucedidos y sus componentes mayores y menores conforman, en su turno, la dialéctica de la conflictividad social en México, la cual es el común denominador de esos sucedidos.
Cierto. Los componentes mayores y menores de esos sucedidos convergen causativamente o como consecuencia en la conflictividad social en México. Dicha conflictividad es muy alta.
Ello es un un verismo incuestionable e incontrovertible. Los casos --por lo general no resueltos-- de conflictos sociales en nuestro país han aumentado sostenidamente en los últimos años.
Señálese que por conflictos sociales se entiende la manifestación pública de discrepancias, demandas, reivindicaciones y descontentos de la sociedad o de clases sociales o estratos de una o varias de éstas.
Trátase, obvio es, ciertamente, de manifestaciones motivadas por necesidades sociales desatendidas por el Estado --o cualesquiera de sus instancias-- no lisa y llanamente ignoradas o no resueltas.
De ello da prolija cuenta el Informe de la Conflictividad Social en México 2006, documento preparado por el organismo no gubernamental Servicios y Asesoría para la Paz, A. C., conocida mejor como Serapaz.
Este documento --que ha merecido magra, si no es que nula, difusión mediática, tal vez porque las empresas difusoras no desean incomodar al Gobierno-- tiene un valor fedatario, por su prolijidad acuciosa.
Y como documento fedatario, su contenido es conturbador. Nos describe, caso por caso, en un muestreo representativo, las movilizaciones sociales para demandar del Estado derechos colectivos.
Esos derechos son constitucionales, pero por las razones que fueren --que son muchas-- el Estado ha sido omiso en la práctica para reconocerlos, respetarlos y, desde luego, acatarlos.
Añadiríase sin incurrir en hipérbole que esos derechos configuran jurídica y políticamente la razón de ser del Estado: satisfacer necesidades sociales. En esa ámbito, la omisión es criminal.
Y esa naturaleza criminal consiste en que la omisión del poder no es --ni ha sido, históricamente-- accidental, sino aviesa, deliberada. La omisión acusa perversidad: "Que se jodan los jodidos". Típico.
En el Informe de Serapaz se consignan 600 conflictos habidos en un lapso de enero a noviembre de 2006, ubicados por su origen, naturaleza, actores o protagonistas y evolución, entre muchos otros.
El documento ofrece elementos verificados metódicamente para un diagnóstico realista de México, al margen de las conclusiones a las que se llegan. El Informe está en el sitio de Serapaz en Internet.
Las causales de los conflictos sociales no son, opuesto a lo que piénsase, la inseguridad, sino de recursos y patrimonio. La inseguridad ocupa un segundo lugar como causal. Le siguen disputas por el poder.
Glosario:
Fedetario: De fe pública.
Peripatético: Ridículo o extravagante en sus dictámenes o máximas.
Prolija: De prolijo. Largo, dilatado con exceso.
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