sábado, marzo 10, 2007

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA
Asimetrías

Truculencias en Veracruz
Por Fausto Fernández Ponte
I
EL periodista Martín Serrano Herrera, propietario y director de Diario Tribuna, de Xalapa, Ver., vino al Distrito Federal a denunciar mediáticamente la persecución del poder de la que es víctima.
El poder, cabría precisar, que persigue a don Martín, son los gobiernos del estado de Veracruz encabezados, uno, por Miguel Alemán Velazco, de patética memoria, y el actual, por Fidel Herrera Beltrán.
La persecución de la que es víctima el señor Serrano se inserta en un contexto asaz ominoso: la creciente inseguridad pública y social en Veracruz y la corrupta e ineficiente procuración de justicia.
Por supuesto que en el contexto nacional --desde Baja California a Quintana Roo y de Tamaulipas a Chiapas-- esos problemas de inseguridad pública y social y la procuración de justicia son mayúsculos.
Así, Veracruz --ínsula de políticos simuladores, corruptos y, por añadidura, cínicos-- es un microcosmos fidelísimo del entorno macrocósmico mexicano. Mas allí el poder reprime la crítica política.
Y don Martín, crítico de cómo se ejerce el poder desde hace varios sexenios, sufrió la iracundia represiva del alemanismo y hoy padece la irritación igualmente represora del fidelismo.
El colega colega Serrano está en el centro mismo de un escenario de conspiración represiva que antójase macabra: la muerte sospechosísima de testigos de descargo a favor del periodista perseguido.
De ello nos enteramos en la rueda de prensa que amigos de don Martín en el Distrito Federal convocaron en el Club de Periodistas de México para denunciar este patrón demoníaco de conducta del poder.
II
La persecución se inició en 2001, cuando el entonces gobernador Alemán --señor de una Barataria que le engrosó aún más su alibababesca fortuna-- dispuso el secuestro físico del taller del Diario Tribuna.
Y, por audaz que parezca, la enorme maquinaria de impresión --una prensa rotativa-- los esbirros del gobernador Alemán asaltaron el local del taller, arrancaron el pesadísimo equipo y se lo llevaron.
Robo, pues. A mano armada, como añadido agravante. Y premeditado, lo que contribuiría a eliminar cualesquier atenuantes, si los hubiere, den la comisión de ese delito de abuso de poder y hurto.
Empero, el Diario Tribuna no desapareció. Don Martín continuó imprimiendo el cotidiano en talleres ajenos, en maquila, a un costo financiero y logístico altísimo y en circunstancias traumáticas.
Esas circunstancias traumáticas son, desde luego, las del terror desatado por la represión alemanista, lo que implica daño moral, emocional y mental. Destruye la vida aún del más bragado.
Destruye, indudablemente, la vida aun del individuo con la mayor entereza y presencia de ánimo. Esas circunstancias cincelan émulos y ejemplaridad personal y profesional. Crean prohombres.
Responsables de esa operación obrepticia de abuso del poder fueron, además del mismísimo gobernador, sus sicarios Alejandro Montano, Roberto López Delfín, Héctor Yunes Landa, entre otros.
Y esos entre otros son Lazo Margáin, Irigoyen y varios más no tan menores ni tan siniestros como los aludidos, pero sí pequeños de nacencia y empequeñecidos por su ejercicio metalegal de sus potestades.
III
Esa inclinación represora del gobernador Alemán bien pudiere ser una proclividad heredada. No olvidemos que el padre de este sátrapa de intelecto oropelesco es vástago de otro Alí Babá del mismo nombre.
Ese progenitor fue Presidente de México de 1946 a 1952 y durante su sexenio dispuso, en 1949, la destrucción de una imprenta de un periódico crítico de la forma y el estilo frívolo de ejercer el poder.
Menciónese que el dueño y director de ese periódico --Presente-- era un periodista valeroso de renombre, Jorge Piñó Sandoval, quien tuvo que exiliarse en Argentina durante ocho años. Retornó en 1957.
Al Presidente Alemán le incomodaba la crítica de Piñó --muerto en 1976-- por lo que sus sicarios irrumpieron furtivamente una noche en el taller y lo destruyeron. Más prácticos, no se robaron la imprenta.
Volvamos a don Martín, quien, confiado en la buena fe de los procuradores e impartidores federales de justicia, ha acudido a ellos al denunciar judicialmente la represión e identificar a sus autores.
Ello sienta precedentes. Los procuradores e impartidores federales de justicia bien pudieren llamar a cuentas no sólo al exgobernador Alemán, sino a su sucesor, el gobernador Herrera, por encubrimiento.
El valor personal y civil del periodista Serrano lo expone a sufrir la censura extrema y final. Sus represores no tuvieron empacho en asesinar --presuntamente-- a sus testigos. De éstos hablaremos luego.
Las truculencias en Veracruz no son sólo cosas del pretérito alemanista --que se traslapa y entrevera con el presente en un continuum--, sino también actual, el sexenio del gobernador Herrera.
Glosario:
Alí Babá: Legendario jefe de una banda de 40 ladrones en la literatura oral árabe. En el sexenio del Presidente Alemán a éste y su gabinete de secretarios de despacho el pueblo lo llamaba Alí-man y sus 40 ladrones.
Continuum: En la sociología marxista, continuidad de la historia.
Barataria: De la Insula Barataria, región o país mítico gobernado por Sancho Panza, escudero de don Quijote en la obra cumbre de Miguel de Cervantes.
Bragado: Aplícase a la persona de resolución enérgica y firme.