martes, septiembre 26, 2006

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

El Plan Calderón (1 de 2)

Por Fausto Fernández Ponte

I
RICHARD M. Nixon solía hablarle a este escribidor --a quien distinguió con su accesibilidad antes y durante su presidencialado-- acerca del trato de su país con México.

Así, previo a su elección, en 1968, Nixon decía en charlas en su oficina neoyorquina de abogado que al entonces presidente Lyndon B. Johnson debía interesarse más en México.

Nixon decía, más o menos, que la búsqueda de la grandeza de EU llevaría a una relación "doméstica" --así la describía-- con México. Y hablaba de la guerra de 1846-48.

Menciónese que Johnson era un maestro de escuela primaria texano que aprendió el mínimo suficiente castellano para entender y hacerse entender con sus alumnos mexicanos.

Johnson, apuntaba Nixon, debe entender que, además de preocuparse porque el imperio no se le fuese de las manos, es vital el trato de EU con México como si ambos fueren uno.

Señálese que Nixon era un hombre de lenguaje procaz y, diríase sin tapujos, cínico. No usaba eufemismos --al menos no con este escribidor-- y aludía a EU como "el imperio".

Y es que para él, en contraste con otros políticos de EU, el imperio estadunidnese y el imperialismo consecuente eran realidades factuales.

II

Si México tuviera el poder también sería imperialista como nosotros o más, dijo una vez en una reunión en su casa en San Clemente, Cal., siendo presidente.

Decía, en igual vena, que ese camino hacia la grandeza de EU "pasa por México". No podemos quitarle territorio a México como lo hicimos en 1848 --decía-- pero sí sumarnos.

Para lograr esa suma, EU --afirmaba-- debía ver a México no como vecino ni como primo, sino como hermano en la misma casa. Que EU sea parte de México y México parte de EU.

Nixon decía que los presidentes mexicanos --el mandatario nuestro era a la sazón Luis Echeverría-- debían superar su "miedo a EU", el cual calificaba de "comprensible".

Y reconocía que, a su vez, los líderes estadunidenses también le tenían "miedo a México", por una erosión sin control de instituciones políticas debido a la emigración.

Los presidentes de México --decía-- deben pensar en que nuestro destino es andar juntos, no separados, por distintos caminos y en pos de metas diferentes. El destino nos une.

Tales reminiscencias de este escribidor durante sus dos décadas como corresponsal de la época de oro de Excélsior en Washington vienen a colación por su atinencia presente

III


Y la atinencia presente se sustenta sobre el corriente intento de Felipe Calderón de aplicar el llamado, en los círculos empresariales de México, Plan Calderón.

El señor Calderón --que es un político pardo-- intenta cerrar el círculo de un proceso de dominación estadunidense de México que se inició en el sexenio de Miguel de la Madrid.

Ese inicio tiene hito: la apertura unilateral del Estado mexicano y el gobierno que presidía don Miguel de la economía de México al mundo. No fue una apertura gradual, sino súbita.

Esa apertura súbita --brutal-- fue dramática. De trauma. Un electroshock. La economía mexicana carecía de mecanismos para amortiguar el golpe y absorber sus efectos.

Luego, en el sexenio de Carlos Salinas se dio un paso mayor de integración a EU que se ha traducido en una enorme dependencia económica y financiera y política ignominiosa.

Con Ernesto Zedillo, la dependencia se agudizó, con terribles efectos sociales. Con Vicente Fox, la dependencia y su lacerante secuela, fueron escandalosamente espectaculares.

Don Vicente aceleró el paso, por mor del dominio de EU y su divisa, la globalización, que es socaliña para imponer los intereses de los consorcios trasnacionales en el mundo.

Nixon jamás habría imaginado --en 1968, don Felipe tenía apenas seis años de edad-- que un mandatario mexicano, éste, visto espurio por millones, tuviera su plan de anexión a EU.

Glosario:

Hito: marca, mojonera, parteaguas.

Mor: Por amor de...

Pardo: Gris, opaco.

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El Plan Calderón (2 de 2)

Por Fausto Fernández Ponte

I

A extramuros de México --en Estados Unidos y Canadá, por un lado; en España, por otro-- se discuten en secreto vías para consolidar definitivamente aquí el poder trasnacional.

Y esas discusiones se realizan a espaldas de los únicos y verdaderos afectados, los mexicanos, los 126 millones --si incluimos a nuestra diáspora, la paisanada en EU--.

En México, este tema no ha sido abordado con profundidad y seriedad por los periódicos convencionales --en radio y televisión, digitales e impresos--, de modo que ignórase.

Ignórase que en nuestro nombre pero sin nosotros saberlo la oligarquía local, insolidaria con el pueblo, y su adalid, Felipe Calderón, negocia ya cómo entregar nuestro país a EU.

¿Y cómo consolidar definitivamente el poder trasnacional en México? Creando una mega entidad económica y política desde Canadá hasta Chiapas y países insulares del Caribe.

La primera etapa, empero, comprendería sólo a Canadá, EU y México, en un proceso de integración sin precedente histórico, pues trataríase en realidad de una anexión.

Cierto. Es obvio que esa anexión ya existe de hecho y, en ciertos aspectos, también de derecho --el Tratado de Libre Comercio de la América del Norte, por ejemplo--.

Esa anexión, sin embargo, es sui generis. Acusa una laya que equivaldría moralmente a la anexión de más de la mitad del territorio de México por la vía de la guerra (1846-48).

II

Poco más de una década antes, México había perdido, también mediante la guerra, una porción importante de su territorio --el actual estado de Texas--, anexado luego a EU.

Menciónese que esos brutales cercenamientos territoriales de México ocurrieron durante gobiernos conservadores, de derecha, cuyos herederos son Vicente Fox y el señor Calderón.

Adviértese en el conservadurismo un continuum histórico de anuencia y aveniencia con respecto al afán hegemónico de EU atañedero a México. Hay entreguismo y sometimiento.

Y, por ende, una correlación humillante para México y los mexicanos. Los lacayos --cachorros, los llama Hugo Chávez-- del imperio. Este tiene cómplices dentro de nuestro país.

Así, el empeño estratégico de la anexión de México a EU es desplegado tanto allá como aquí. Como los robos a los bancos: son posibles con complicidad de zapa desde dentro.

Hoy, la anexión de México a EU es más sutil que hace 158 años, pues los cómplices mexicanos son agentes activos, aquiescentes. Y comparten el mismo objetivo anexador.

Entran en escena el Presidente Electo espurio y pelele, el señor Calderón y su plan, denominado ya en EU Plan Calderón, que consiste en facilitar el proceso anexatorio.

Esa anexión tiene por meta consolidar el hegemonismo estadunidense, que es el artilugio o tapujo --la socapa, pues-- detrás del fenómeno denominado globalización.

III

Consígnese que, como bien dice Rodrigo Borja, la globalización es expresión postindustrial del capitalismo moderno. Las trasnacionales son su causa y su efecto.

El centro axial de ese hegemonismo de EU --o su artificio, la globalización-- es, precisamente, una entidad trinacional en la América del Norte que actúe como una.

De allí el afán de una "profunda integración" de Canadá, EU y México. Insertar a México en esa entidad noramericana integrada exige consolidar aquí el poder trasnacional.

Ese poder trasnacional es omnipresente en México y determina, junto con la oligarquía local, el diseño y la aplicación de políticas de Estado y de gobierno a su favor.

Y el Plan Calderón tiene por táctica acelerar la cesión de potestades del Estado mexicano al sector privado local y trasnacional y arraigar este poder en México.

Dicho poder trasnacional no ha podido alzarse del todo con el provecho total --aunque sí parcial, aunque cada vez mayor-- del patrimonio de los mexicanos, los recursos energéticos.

Este tema nos lleva a la definición de ese poder de las trasnacionales que, con su lucidez habitual, Pablo González Casanova describió como el Estado Trasnacional.

La primera etapa de la misión, evidentísima, de don Felipe es aplicar el suso Plan Calderón a favor de trasnacionales de EU, como Halliburton, y allanar la vía de la anexión formal.

Glosario:

Artilugio: Mecanismo. Ardid o maña

Borja, Rodrigo: intelectual y político de Ecuador. Autor de libros acerca de política. Fue Presidente de su país.

Continuum: En sociología, concatenación lógica de diferentes estructuras dentro de un mismo sistema, que expresa una línea de desenvolvimiento histórico.

González Casanova, Pablo: Pensador y académico mexicano. Autor de libros acerca de política, siendo el más conocido La democracia en México. Fue rector de la UNAM.

Laya: Calidad, especie, clase.

Socapa: Del verbo socapar. Encubrir faltas ajenas

Tapujo: Embozo

Zapa: Labor