viernes, septiembre 15, 2006

TEMA TRASCENDENTAL DEL DÍA

Ni Presidencia Miserable, Ni Presidencia Simbólica

Por Andrés Amador Mena

DESDE mi punto de vista Felipe Calderon Hinojosa debe renunciar a una presidencia envenenada por el desprecio de la política y por el ostensible incumplimiento de nuestros principios y valores constitucionales establecidos para la materia electoral en el artículo 41 de nuestra Carta Magna.

Una presidencia en la que se le hará la vida imposible, a lo que algunos medios estadunidenses han denominado como una presidencia miserable, estigmatizada por la ilegitimidad, no le conviene ni a él en lo particular ni a México en lo general.

Por su parte, Andrés Manuel López Obrador debe renunciar a una presidencia en la sombra, itinerante y simbólica en la que no se tendrá ningún poder real y efectivo para hacer los cambios legales e institucionales que México necesita para volver a insertarse exitosamente en el concierto internacional de las naciones, aunque sí se tendrá indiscutiblemente el poder real y efectivo suficiente para obstaculizar e impedir que las fuerzas ciegas del mercado continúen trabajando alegremente y sin preocupaciones en el seno de la sociedad mexicana. En ambos casos lo que se tiene que hacer es encontrar una salida político constitucional al grave problema en el que ellos son los dos protagonistas principales.

En este sentido y desde mi punto de vista el interinato sigue siendo la salida, con fundamento legal en el artículo 85 constitucional creado precisamente para un estado de cosas como el que nos encontramos ahora, pero no cualquier interinato sino uno constructivo y creador, que propicie un nuevo marco legal y constitucional sobre el que se tendrá que trabajar de inmediato, sin denuedo y sin descanso, porque asi lo exige la situación social, política y económica del país, y que convoque seguidamente a un nuevo proceso constitucional federal con renovados y fortalecidos organismos electorales verdaderamente independientes, imparciales y respetuosos en todo momento de nuestra constitucionalidad.

Para tales efectos y allanar el camino, el actual presidente de la República así como los señores consejeros del Instituto Federal Electoral y los señores magistrados del Tribunal Federal Electoral tienen que irse, y en el caso del IFE y del TRIFE se les debe someter a Juicio Político como lo mandata el título cuarto de nuestra constitución política, relativa a las responsabilidades de los servidores públicos y patrimonial del Estado.

Uno de los viejos políticos mejor formados en la cultura del poder político en México decía que el tiempo en cualquier oficio o profesión puede ser renovable, pero en materia política no lo es, y consecuentemente, en esta hora fundamental de la historia y la política nacional, es necesario que los involucrados tomen cartas en el asunto, y cumplan con su deber con verdadero y real patriotismo, en la inteligencia de que la voluntad supera obstáculos –como dijera Juárez-, pero sólo el patriotismo hace posible los milagros.

Yo sé perfectamente que esto no es fácil, que se requiere generosidad, que se necesita grandeza de alma, que se ocupa valor, pero estoy totalmente seguro que si miran con serenidad a la faz de sus ancestros y a la faz de sus hijos, podrían en algún momento, antes de que sea demasiado tarde, hacer posible lo que hoy parece imposible.

visiondeestado@hotmail.com.