sábado, septiembre 30, 2006

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Legalizar la Tortura

El Poder Legislativo de Estados Unidos resolvió legalizar la práctica de la tortura a extranjeros detenidos bajo sospecha de ser terroristas por fuerzas estadunidenses.

Esa nueva ley --que el Presidente George W. Bush promulgará hoy o mañana-- tendría, en los hechos, una aplicación discrecional que le otorga extraterritorialidad.

La ley no establece límites a las acciones de las fuerzas policiacas, militares, paramilitares y mercenarias de EU para secuestrar sospechosos de terrorismo incluso en otros países.

Ello implica que si un extranjero o mexicano residiendo o de paso en nuestro país es considerado sospechoso de terrorismo, fuerzas de EU lo pueden secuestrar y torturarlo.

Por lo que toca a México, se han dado casos de secuestro de mexicanos y extranjeros en operaciones civiles, militares, paramilitares e incluso de mercenarios.

En esos casos, los secuestrados en México por estadunidenses han sido llevados a EU, en donde se les ha encarcelado y torturado psicológicamente.

La naciente ley traspone sin tapujos el umbral de la tortura psicológica a la física. Torturar --práctica execrable-- no es delito si la practica el gobierno de EU.

El Congreso estadunidense y el propio Bush --considerado por muchos como un criminal patológico-- conculcan de esa manera legaloide antiguas tradiciones humanísticas de EU.

Por añadidura, esa nueva ley es un mensaje al mundo de ominosidad tal que implica la reafirmación de la vocación imperialista y hegemónica del poder en EU.

Esta legislación es peligrosa en extremo no sólo porque viola derechos humanos y garantías individuales, sino también por sus efectos en otros países, como México.

A México se le considera por organismos de defensa de derechos humanos --como el de la ONU, Amnistía Internacional y otros-- como uno de los países en donde más se tortura.

De hecho, AI y la instancia de la ONU en materia de derechos humanos han situado a México entre los cinco países en donde la tortura es el método de pesquisa policiaca común.

La ley estadunidense nos anticipa un aumento de la tortura en el mundo. En México, ese aberrante modelo estadunidense permitirá justificar este tipo de prácticas inhumanas.

Esos organismos considera también que México es uno de los principales y mayores violadores de los
derechos humanos, dada la impunidad de la que gozan esos violadores.

Aquí, el poder político --en todas sus instancias y niveles-- y económico es el principal violador y conculcador de los derechos humanos, según el registro fedatario público.

Ante esta ley estadunidense, la ONU debe redoblar sus empeños políticos multilaterales para impedir que el mal ejemplo estadunidense cunda en otros países, como México.

Y, con respecto a nuestro país, la sociedad debe intensificar su movilización vigilante para resistir ese aumento previsible de violaciones a nuestros derechos.

Dada la inacción cómplice del Estado mexicano en violar y concular los derechos humanos, es la sociedad la que debe resolver si queremos un México así o no.