sábado, diciembre 02, 2006

EDITORIALITO

Oaxaca, el Fraude y Calderón

Por Edi Torcito

EL mensaje del Presidente Felipe Calderón a los mexicanos, emitido en un recinto ajeno al Legislativo --en donde previamente había sido investido y juró la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos--, si bien estuvo estructurado y fue dicho sin tropiezos prosódicos, careció de contenido. Para empezar, ignoró dos hechos insoslayables: Uno, el conflicto social y político en Oaxaca y la represión brutal contra los oaxaqueños; otro, que su elección como Presidente de la República fue consecuencia de una imposición resultante del golpe de Estado por etapas realizada por su predecesor, Vicente Fox, que utilizó a las instancias electorales del Estado (el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación)para imponer sucesor. El señor Calderón puso énfasis en el supuesto de que los motivos de sus adversarios son políticos y no ideológicos, lo cual es una falacia: La postura de Andrés Manuel López Obrador a la imposición tiene por eje la propuesta de una nueva forma de organización económica y política para México, distinta y opuesta a la prevaleciente, que es de capital, mercado y consumo salvajes y de entrega incondicional de potestades del Estado a particulares y a los grandes consorcios trasnacionales, así como la búsqueda cínica de anexar México a Estados Unidos. Esas omisiones del mensaje calderonista conforman un doble lenguaje, que es el que nos espera de su presidencialado en los próximos seis años.