jueves, diciembre 07, 2006

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Sobre la Brecha

Nuevo Periodo

Constitucional Bajo Protesta

Por Andrés Amador Mena

EN el inicio de un nuevo periodo constitucional formalizado el próximo pasado primero de diciembre en el marco de una brevísima como inusual y complicada toma de protesta constitucional bajo la protesta firme y encendida de los ciudadanos diputados y senadores del Partido de la Revolución Democrática, así como de Convergencia y el Partido del Trabajo, los mexicanos nos adentramos en lo que será la fase superior y decisiva de la lucha por la conciencia de la nación y su destino.


La lucha como ya lo hemos visto a lo largo del reciente proceso preelectoral, electoral y postelectoral no durará mas allá de los tres años que en el siglo diecinueve fueron suficientes para una ensangrentada y terrible Guerra de Reforma que fue una especie de lucha fraticida y guerra civil entre liberales y conservadores que terminó con la restauración de la república y el fortalecimiento de la nacionalidad bajo el liderazgo de uno de los hombres más grandes y excelsos de la humanidad mexicana como lo fue y lo es don Benito Juárez García.

Tres años con sus dias y sus noches serán suficientes para que la misma naturaleza de las cosas termine por inclinar el peso de la balanza a favor del pueblo y de su gran destino trabajosamente elaborado desde los días históricos que hicieron posible la fundación del gran México Tenochtitlán en el año de 1325.

Felipe Calderón Hinojosa, presidente legal y constitucional de los Estados Unidos Mexicanos asi sancionado por el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México asi sancionado por una multitudinaria e histórica Convención Nacional Democrática, pudieron haber llegado a un acuerdo o avenimiento en los 121 días que mediaron entre el dos de julio y el primero de diciembre que de acuerdo con el artículo 83 constitucional marca el inicio del ejercicio presidencial que durará seis años, pero es muy claro que si no lo hicieron no fue tanto por la falta de voluntad, sino por la gran diferencia no solamente de sus respectivas personalidades sino de sus programas y proyectos, de sus principios e ideologías, y desde luego, de las promesas y compromisos establecidos con sus quince millones de seguidores respectivamente.

A partir de ahora en todos los planos de la vida política no solamente nacional sino internacional comenzará a llevarse un registro puntual y exacto de lo que ambos contendientes son capaces de hacer en los hechos para la consecución de sus objetivos, y de todo lo que se vaya acumulando en el debe y en el haber de cada uno habrá en todas las partes de la patria nuestra, un debate muy amplio y profundo que en algun momento del tiempo que viene lentamente, pero viene, se traducirá en estremecedoras, espléndidas y extendidas manifestaciones a favor del que mejor esté haciendo las cosas en la lucha por la conciencia nacional y nuestro gran destino como sociedad mexicana profundamente comprometida con los grandes valores de la libertad y de la justicia, asi como de la igualdad y de la felicidad común.

Para ninguno de los dos indubitablemente, no hay ni habrá tiempo de gracia como lo tuvo Vicente Fox por toda una variedad de circunstancias internas y externas, y por ello en ambos casos tendrán que trabajar minuto a minuto, día tras día, sin denuedo y sin descanso, como en las guerras precisamente, y en las cuales por cierto la clave de todos los fracasos es hacer las cosas demasiado tarde, que es decir fuera de tiempo, y en la inteligencia de que en la política --como le dijera el ex presidente ruso Gorbachov al Dr. Kissinger-- es más fácil saber en qué está uno equivocado que saber en qué está uno en lo correcto.

En ambos casos, como lo dijera Franklin Delano Roosevelt en las difíciles condiciones de hambruna y desempleo en los Estados Unidos de la gran depresión de 1929, y como les dijera Mirabeau a los conservadores en las condiciones tremendas de la lucha revolucionaria de 1789, deben tener presente lo siguiente: "LO UNICO QUE DEBEMOS TEMER AQUÍ ES AL MIEDO. PRECISO ES IR ADELANTE Y NO DESTRUIR SINO AQUELLO QUE SE PUEDE SUSTITUIR".

Deben tener presente, asimismo, que el inicio de un nuevo periodo constitucional bajo protesta y en el marco de un país profundamente escindido y a la deriva desde hace algunos años por la acumulación de errores, lo mismo dolosos que imprudenciales, de los hombres que nos han gobernado en las últimas tres décadas por lo menos, es una pesada e imposible responsabilidad en un marco constitucional ordinario con presupuestos cada día mas limitados, por lo cual, en su momento y por los caminos constitucionales establecidos en una nueva Carta Magna convenientemente reformada en su parte orgánica, habrá que ir hacia un marco constitucional extraordinario a partir del cual se haga todo lo debido para el bienestar general de la población en su conjunto, y no sólo para unos cuantos como sucede ahora.

visiondeestado@hotmail.com