Asimetrrías
Elvira, Símbolo
Por Fausto Fernández Ponte
Sin embargo, no es sólo heroína mexicana. No. También es heroína de EU. Concita simpatías enormes --cuya suma es una fuente de energía imparable-- y ciclópea solidaridad aquí, allá y acullá.
Es el símbolo de un fenómeno mundial, el de la emigración de millones de hombres y mujeres de los países pobres --por el saqueo histórico europeo y estadunidense-- en pos de una esperanza inasible.
Símbolo, asimismo, de la inmigración. Es decir, de millones de hombres y mujeres asentados en las antiguas y modernas --actuales-- metrópolis coloniales absorben mano de obra migrante.
Esas metrópolis, al absober los atributos laborales de los inmigrados y crear éstos, con su esfuerzo, riquezas sin cuento, se apropian de la plusvalía que, desde luego, no comparten.
De esa guisa, Elvira Arellano representa, como sincretismo icónico viviente, a todos los emigrantes e inmigrantes de Nuestra América, de Africa y de Asia e incluso los de la Europa misma.
Y con tal representatividad, Elvira Arellano encarna un símbolo poderoso, por elocuente, de una resistencia tenaz, con una alta motivación moral, contra las aberraciones letrísticas de un gobierno.
El gobierno de EU quiere deportarla a México y que, así, abandone a su hijo, Saúl, de ocho años de edad, nacido estadunidenase. Alicia Arellano lleva seis meses refugiada en una iglesia en Chicago.
Diez años atrás, Alicia Arellano dejó atrás su pueblo natal, San Miguel Curahuango, Michoacán, para emigrar, impulsada por el push factor: obtener ingresos en pos de mejoría material.
Pero la búsqueda de mejoría material no era sólo para ella, sino para poder tratar a su padre, víctima de una severe distrofia muscular que le impedía tener un empleo que allí eran --y aun son-- magros.
Esa motivación la armó de valor. Como muchos mexicanos emigrantes e inmigrados, ella no quería irse. Lo pensó y lo ponderó mucho. No había otra alternativa si quería aliviar la enfermedad de su progenitor.
Y emigró sin papeles --ni visa ni mucho menos permiso para laborar-- a una región de gran densidad de población mexicana, michoacanos y zacatecanos en su mayor grosor, en Chicago.
Allí trabajó, procreó un hijo, siempre bajo el temor de ser descubierta su situación de inmigrada ilegal y deportada a México. Pasó inadvertida muchos años. Sus remesas eran puntuales.
Esto nos describe, muestrariamente, el lado sórdido del fenómeno. Los poderes que son --y están-- determinan, con actuación caprichosa, la suerte de emigrantes en México e inmigrados en EU.
Así, lo sórdido es la ineptitud e insensibilidad, la perversidad --premeditada, por supuesto-- de los gobiernos estadunidense y de México y el juego macabro de complicidades sobreentendidas en el poder.
Y es que la emigración y, por inferencia válida, la inmigración, son objeto de prestidigitación y transvestismo político de los personeros del poder formal en ambos países.
Responsables de ello son los personeros de todos los niveles, no sólo de los gobiernos de uno y otro países, sino los del Estado mismo, en EU y en México, sin fuerza volitiva para comprender el fenómeno.
Ello disciérnese como un verismo insoslayable. Ambos gobiernos carecen también de voluntad política para salirle al paso al fenómeno y resolver sus consecuencias y efectos atendiendo a sus causales.
Para el gobierno de México, esas causales son insuperables. El propio Presidente Felipe Calderón --considerado por millones de sus coterráneos un mandatario espurio-- se lavó, inclusive, las manos.
Esto nos lleva al push factor --o agente impulsor-- principal que causa la emigración: el desempleo y, en un sentido más amplio, la pobreza, la desesperanza y la convicción de que no hay otra opción.
El gobierno de EU, quien lo preside, George W. Bush, usa como ficha negociadora, políticamente, el asunto de los inmigrados (los mexicanos allá legal o ilegalmente), mas rehúye, en el fondo, resolverlo.
Por ello, esta mujer valiente --Elvira Arellano-- mueve a emulación. Emular su convicción de resistir recursivamente la miopía y la contradicción de una estructura jurídica moral inhumana.
Glosario:
Plusvalía: acrecentamiento del valor de una cosa por causas extrínsecas a ella.
Sincretismo: Síntesis.
Travestismo: Persona que viste ropas propias del sexo opuesto.
Volitiva: Aplícase a los actos y fenómenos de la voluntad.
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