sábado, marzo 10, 2007

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Asimetrías

México Esquirol

Por Fausto Fernández Ponte

I
LA visita que el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, realiza por cinco países de Nuestra América antójase un intento postrero de aquél por apretar filas contra la pleamar de desarrollo económico independiente del imperialismo estadunidense.

En ese contexto, el gobierno de México --presidido por Felipe Calderón, a quien millones de mexicanos consideran un mandatario espurio-- actúa, junto con el de Colombia, Guatemala y Uruguay, como uno que cabría describir como esquirol.

En efecto. El Presidente Calderón --investido mediante un fraude eletoral y sin representatividad popular real-- es el proverbial alfil del señor Bush en un jaque mate contra la oleada independentista en Nuestra América.

Y alfiles son tambien los presidentes de Colombia y Guatemala, quienes se oponen a los proyectos de desarrollo económico, social y político independiente con respecto a
EU que han emprendido Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.

En estos últimos países el electorado ha resuelto reivindicar para sí los recursos naturales mediante el establecimiento de formas de organización económica inspiradas precisamente en recobrar los fueros del pueblo sobre su patrimonio.

Esa decisión equivale a desasirse del yugo económico y político e incluso cultural de EU, país cuyo gobierno y, en general, el Estado sirven únicamente a los intereses de los grandes consorcios trasnacionales de divisa estadunidense.

Ese vasto poder trasnacional utiliza no sólo al Estado estadunidense y sus instancias --como, por ejemplo, las relaciones exteriores paras fines de dominio y control sobre gobiernos de otros países-- para saquear éstos y, así, reproducir sus intereses.

II

El saqueo de las riquezas de esos países --incluyendo el mismísimo recurso humano, como es evidentísimo en México-- se realiza bajo modalidades que incluyen la inducción de conductas colectivas orientadas al consumo y a la obtención de apoyo político.

Ese saqueo --descrito por Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América Latina, obra ya clásica en la materia-- es la constante en la relación del Estado estadunidense con los demás estados, en particular los de Nuestra América.

Empero, ese saqueo --y el dominio económico, político y cultural del cual deviene y es consecuencia-- de Nuestra América ha sido y es posible solamente con el concurso de la complicidad de las élites locales.

Y estas élites constituyen, históricamente, el poder formal en nuestros países. Caso del libro de texto --por arquetípico-- es el de México, gobernado por una oligarquía que se representa en una plutocracia cínica, arrogante y, por añadidura, corrupta en extremo.

Esa corrupción moral, ética, política, filosófica y hasta ideológica y doctrinaria induce a la plutocracia mexicana a abdicar de sus responsabilidades en el ejercicio del poder y ceder sus potestades a sus miembros, el ápice de la oligarquía.

Y estos miembros de la plutocracia son, como bien lo supondría el caro leyente, los dueños y operadores del dinero y los medios de producción social y del esfuerzo laboral de los mexicanos, de cuyo fruto se apropian mediante una estructura jurídica favorable.

Esos poseedores y operadores de dinero y de medios de producción y apropiantes de la plusvalía del esfuerzo de otros --trabajadores-- son mexicanos y extranjeros, sobre todo estadunidenses y españoles, aunque también hay alemanes, ingleses, etcétera.

III

Y contra esa terrible situación de dominio cuyo equivalente moral es el de un colonialismo se han levantado los pueblos de Nuestra América que, en realidad, sociológica e históricamente son solo pueblo, desde EU hasta Argentina.

Y ese levantamiento ha sido por la vía de las urnas, de modo que el poder neocolonial --imperial-- en Washington ha tenido que aceptar, de momento, la decisión electoral de los pueblos de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.

Mas la metrópoli nreocolonial e imperial se resiste a replegarse ante los designios independentistas y reivindicadores de los pueblos de esos países americanos, en pos de ejercer su derecho a forjar su propoio destino, escamoteado por siglos por España y EU.

Washington interpreta ese levantamiento popular como lesivo a sus intereses, pues desde su registro prospectivo anticipa que la evolución inexorable --y, ergo, inevitable-- de este proceso de independencia se orienta hacia la anfictionía.

Ese es el anhelado sueño de Simón Bolívar, de allí que en el colmo de un grotesco cinismo y de demagogia el Presidente Bush se declare a sí mismo bolivariano. El imperio está siendo obligado a retirarse, pero se niega a ello.

Y divide. Ha logrado dividir al gobierno de México de los de los demás países, situándolo en una coyuntura cuyo desenlace político antójase imposible en el mejor de los casos. Ante sus hermanos de Nuestra América, México queda como esquirol.

Conspira ese poder neocolonial e imperial para revertir la voluntad popular, subvirtiéndola insidiosamente, mediante la miriada de mecanismos y herramientas políticas, económicas, culturales y jurídicas y de esa guisa continuar con el saqueo.

Ese es el sentido de la visita del señor Bush a México y los otros países de gobiernos esquiroles. Mantener a Nuestra América dividida, para vencer y restablecer su dominio y continuar, en esa vena, el saqueo y la explotación.

Glosario:

Anfictionía: Confederación. De estados o países.

Esquirol: Falso. Espurio. Rompe huelgas. Traidor.

Pleamar: Fin o término de la creciente del mar o marea alta.


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INFIERNILLO

Rescate Carretero

Por Faustófeles

RESCATAR las carreteras
es más que un pingüe negocio:
pues es que así a cada socio
el gobierno da de a veras.