Asimetrías
¿Quién Mató a Betzabé? (3 de 3)
Por Fausto Fernández Ponte
EL caso de Luis Hernández Granados, acusado perversamente de homicidio doloso con arma blanca por personeros de la procuración de justicia, tiene una moraleja monstruosa: fabricar delitos y delincuentes.
Y esa práctica --la de fabricar delitos y delincuentes-- es sustituto viciado, aunque generalizado, de la pesquisa y el procedimiento judicial propiamente. Es la vía fácil a la irresponsabilidad y pereza.
Así, si los agentes judiciales extraen mediante coacción, acoso verbal soez e intimidatorio, amenazas y tortura psicológica y no pocas veces fìsica obtienen bonos económicos. Premios.
Esa fabricación engorda la estadística. Los procuradores y subprocuradores de justicia, locales y federal, aparecen como personeros eficientes cuando en realidad son lo opuesto.
Los delitos y delincuentes se fabrican cuando fracasa la extorsión de los agentes judiciales a sospechosos de la comisión presunta de un delito y sus familiares y amigos, cuya disyuntiva es angustiosa.
Y es que si no se someten a la extorsión --en el acoso del señor Hernández Granados los agentes judiciales demandaron 30 mil pesos para dejarlo libre--, la alternativa es la de fabricar el delito.
En cualesquier casos, los agentes judiciales ganan. Si fracasa su intento extorsionador, fabricar al culpable les redituará beneficios materiales. Sus jefes muestran generosidad.
Pero si fabricar delitos y delincuentes es, de por sí, una práctica horripilante, más lo es la desfabricación. Los obstáculos son jurídicos, culturales, políticos y de corrupción impune y cínica. De pesadilla.
En la desfabricación un obstáculo colosal es la propia actitud insolidaria de los personeros --procuradores y subprocuradores-- del aparato judicial. No reconocen equívocos y actuaciones ineptas y protervas y nefarias.
Al señor Hernández Granados se le dictó auto de formal prisión sin pruebas --excepto una confesión extraída violando todos sus derechos constitucionales-- y mediante mentiras reiteradas de los agentes judiciales.
Y en el trámite de desfabricar esa descomunal perversidad, han habido careos entre el señor Hernández Granados y su hermano gemelo, Manuel, y los agentes judiciales involucrados.
En ese careo se demostró la fabricación. Los agentes judiciales María Guadalupe Noria Martínez, Ricardo Guillermo Vite y José Raymundo López Escalante incurrieron en ira al ser desenmascarados.
Y la ira llevó a uno de ellos --el señor López Escalante-- a proferir amenzas de muerte al procesado, diciéndole ante tesigos: "Pinche asesino: voy a mandar que te den en la madre allá adentro (en el Reclusorio Norte)".
Señálese que los hermanos Hernández Granados han presentado denuncias de hechos por amenazas y acudido a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Durante el careo, los hermanos Hernández Granados sostuvieron sus asertos y denunciaron las irregularidades e incongruencias de las actuaciones de los citados agentes judiciales.
Y una de esas incongruencias es la de que las declaraciones de los agentes judiciales identificados es textualmente la misma, con yerros ortográficos y de sintaxis incluso.
En México, administrar la "justicia" posee atributos tales que ha llevado a nuestro país a los primeros planos mundiales --sí, mundiales-- de corrupción, tortura y violación rampante de derechos humanos.
Esa potestad aplícase distorsionadamente, sin nexo deontológico, ontológico, moral o ético alguno con el marco jurídico contextual y/o de referencia. Aplícase la ley bajo la lógica del depredador.
Dicho de otro jaez, esa lógica del depredador se sustenta sobre dos pilares teleológicos: uno, el del poder constituido con fines sociales, pero ejercido como modus vivendi de una mafia, con propósito de lucro. Lucro político incluso.
Y, otro, la identidad idiosincrática del ejercicio y aplicación de ese poder bajo premisas infames del comercio abierto, pero ilegal, de bienes y/o servicios. Es un mercado negro con reglas inicuas y malditas.
Como secuela de ello, México ocupa los primeros lugares en el orbe en la práctica de transvestismo ímprobo de un sistema de compraventa de la potestad coactiva del Estado en todos sus niveles.
ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Deontología: Teoría o tratado de los deberes y de los principio éticos.
Ontología: parte de la metafísica que estudia el ser y sus propiedades trascendentales.
Proterva: lamvado, perverso o vil.
Teleología: modo de explicación basado en las causas finales.
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