Asimetrías
PRI: Generación Muda (1 de 2)
Por Fausto Fernández Ponte
El documento --Carta Abierta-- ha sido elaborado, sábese de confiable fuente informativa, por una generación de militantes y exdirigentes de entre 60 y 80 años de edad.
El documento le fue entregado a este escribidor por un político de ese cuño generacional, cuyo cenit en la política empezó en el sexenio de Luis Echeverría
Esa generación, señálese con propósito contextual, concluyó sin pena ni gloria en el sexenio de Carlos Salinas, aunque algunos duraron hasta el de Ernesto Zedillo.
Los autores, empero, no estampan firmas en ese documento, lo cual le otorga un carácter anónimo propio, si no típico, de la cultura priísta de la actuación apócrifa.
Esa actuación es una muy arraigada. Consiste en jamás asomar la cabeza y arrojar la piedra y esconder la mano, para evitar represalias o castigos o venganzas.
Dígase de otro estilo, caro leyente, que esos priístas de la generación aquí dentificada jamás opinaban --ni siquiera en privado-- ni cuestionaban ni discrepaban.
Silentes --mudos y sordos-- convalidaba esa generación las monstruosas injusticias de un sistema político cohesionado por la corrupción, la complicidad y la impunidad.
Convalidaban las brutales y colosales desviaciones filosóficas, ideológicas y prácticas y costumbres políticas del sistema de organización del poder y el monopolio de éste.
Convalidaban en silencio o mediante alabeados sofismas y combados artilugios pseudohistóricos y de notoria espuriedad jurídica los terribles abusos de esa forma de organización
Y convalidaban, de igual manera, la aberrante infalibilidad del Presidente de la República y la disciplina ignominiosa y la lealtad supina a éste.
Y se adherían, no sin entusiasmo digno de mejor causa, a la práctica de la simulación del poder en ejercicios institucionales de una lógica mimética.
Esa generación es la que no veía o ignoraba o desestimaba las consecuencias sin contrapesos reales de una organización del poder que se saciaba patológicamente de la pobreza.
Es una generación de las crisis económicas, políticas, sociales y culturales. Es la generación que aplaudió a rabiar y con exultación desmedida a presidentes traidores a México.
Esa generación exaltó como líderes verdaderos a dirigentes espurios como Miguel de la Madrid y a los señores Salinas y Zedillo, notorios vendepatrias y agentes de trasnacionales.
Es la generación del apogeo de la dictadura perfecta --la definición certera de Mario Vargas Llosa-- y cuyo declive se aceleró precisamente por la veleidad de José López Portillo.
Es la generación que nunca chistó. Tampoco susurró ni murmuraba, consciente de que la dictadura perfecta tenía --tiene todavía-- oídos por doquier y delatores a plenitud
Hágase un paréntesis para señalar que esa dictadura perfecta continúa vigente --en este sexenio-- y así continuará pues Felipe Calderón es un Presidente impuesto.
Y si el leyente registra alguna diferencia en la dictadura perfecta como organización postiza del poder, esa diferencia es, con toda certeza, sólo de forma, pero no de fondo.
Mas no nos desviemos del tema central. La Carta Abierta de esta generación de priístas de inconfesable laya histórica parte de una premisa muy falsa: hay democracia en México.
Vero. Califican a esa democracia como "tierna" --muy joven-- y no reconocen un insoslayable sucedido en las elecciones del 2 de julio pasado: el fraude electoral.
Pero, ¿qué propone esta generación muda de priístas de la dictadura perfecta para "salvar al partido de la vaguedad y confusión ideológica"?
Propone esta generación castrada "esforzarnos para iniciar un movimiento nacional en el Partido Revolucionario Institucional, integrador de nuevos liderazgos".
ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Alabear: combar, curvar.
Cenáculo: reunión poco numerosa de personas que profesan las mismas ideas.
Combado: torcido:
Supina: dicho de un estado de ánimo, de una acción o una cualidad moral: necio, estólido.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home