Dominio Público
Fox Debe Renunciar...
Por Fausto Fernández Ponte
En el contexto de la aguda crisis de poder que persiste en México como secuela del fraude electoral y la imposición de un Presidente Electo espurio, el tema atañe a todos.
Señálese que esa crisis del poder parece crecer conforme los personeros de aquél, incluyendo al Presidente Fox y Felipe Calderón, incurren reiteradamente en yerros políticos.
Esos yerros son, a nuestro ver, consecuencia de una carencia dramática de oficio político que les lleva a los personeros del poder a desprivilegiar la política.
Menciónese para fines de contextualización que esos personeros del poder abarcan también a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Ellos, al igual que el mismísimo Poder Judicial y, no se diga, el Poder Legislativo como tal, no son servidores del pueblo de México, sino de una élite, la plutocracia.
Esta plutocracia --cuyo significado es gobierno de los ricos-- trata de conservar el control del Estado precisamente para continuar favoreciendo sus intereses y acrecentarlos.
Y para conservar ese control la plutocracia usa sin escrúpulos todos los recursos, incluyendo los metalegales y, desde luego, los ilegales, como el fraude electoral.
¿Cuáles son las razones para que renuncie el Presidente? No tan exiguas como el caro leyente imaginaría. Las razones esgrimidas por el señor Delgado son de convincente peso.
Para empezar, el Presidente Fox cometió una falta grave, como lo consigna señaladamente el artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Ese artículo establece a la letra:
"A la apertura de sesiones ordinarias del primer período del Congreso asistirá el Presidente de la República y presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país".
Esa es la parte sobre la cual se sustenta el señor Delgado, quien durante su carrera ha sido gobernador de Nayarit, diputado federal y embajador de México en Portugal.
Subráyese que este personaje --el señor Delgado-- es una figura dirigente muy destacada en el ámbito de los partidos políticos de América Latina y el Caribe.
Aduce, al señalar que el Presidente Fox debe renunciar, que éste incumplió con lo que manda ese artículo 69, independientemente de las causales de su incumplimiento.
Esta exigencia del señor Delgado fue publicada por el diario Meridiano, que se publica en Tepic, la capital nayarita, y causó ciertos tremores en los círculos del poder.
Y no en vano esos tremores. El Presidente Fox y su espurio sucesor, el señor Calderón, se sacuden trepidatoriamente ante la mención de las razones por las cuales aquél debe renunciar.
Y esas razones son distintas en su naturaleza a las enunciadas por el artículo 69, pues se refieren a la comisión presunta de delitos verdaderamente graves.
Y uno de esos delitos es el de traición a la patria, aunque su tipificación jurídica y política estaría sujeta a subjetivismos de los juzgadores e impartidores de justicia.
Y esos juzgadores --el Congreso de la Unión-- y esos impartidores de justicia (la Suprema Corte) son componentes del Estado plutocrático, el de la élite del poder.
Volvamos a las otras razones de exigir la renuncia del Presidente: una, porque así conviene al interés público, pues el señor Fox es, objetivamente visto, un peligro para México.
Los casi tres meses por venir --hasta el fin de su sexenio, en noviembre-- el señor Fox podría causar daño mayor al ya habido por su proceder faccioso como mandatario.
El temor de que el Presidente Fox pudiere caer en tentaciones represoras se refleja en el sentir de políticos como el señor Delgado y de otras orientaciones ideológicas.
Glosario:
Exigua: insuficiente, escaso.
Faccioso: perteneciente a una facción. Inquieto, revoltoso, perturbador de la quietud pública.
Tremor: temblor.