TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA
Asimetrías
Estado de Derecho, Otra Vez
Por Fausto Fernández Ponte
I
DECÍAMOS ayer aquí que las alusiones en México al Estado de derecho son únicamente expresiones retóricas de los personeros del poder formal --el fáctico ni siquiera se ocupa de ello-- y exhiben una dicotomía perversa.
Y la perversidad de esa dicotomía reside en el hecho de que los personeros del poder incurren en una simulación del Estado de derecho --fingimiento de la constitucionalidad-- en el ejercicio del poder y su cultura.
La cultura del poder y, a fuer de más precisorios, la cultura del ejercicio del poder en México se alimenta de una alfaguara de nutrimentos históricos, v. gr. la inexistencia de un contrato social verdadero.
Véase, si no, lo que sigue:
1) El individuo que asumió la investidura de Presidente de la República lo hizo mediante métodos cuya naturaleza es francamente delictiva. Surgió, pues, de un golpe de Estado coronado con un fraude comicial.
2) Debido a ello, ese personaje --Felipe Calderón-- se aposentó en Los Pinos con sólo la voluntad de unos 15 millones de votantes, en un universo de casi 72 millones. Carece, pues, de representatividad social.
3) El golpe de Estado --o coup d´Etat-- dejó pistas muy claras cuyo epítome son las actuaciones del entonces Presidente de la República, Vicente Fox, y las instancias electorales del país las usó en su empeño golpista.
4) Esas instancias --el Instituto Federal Electoral, que organizó los comicios y computó los votos, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación-- han pagado un precio muy alto por su golpismo: descrédito.
II
Otros participantes --cómplices-- mayores en ese golpe de Estado fueron, desde luego, Elba Esther Gordillo, y los jefes de las bancadas de los partidos (de) Acción Nacional y Revolucionario Institucional, entre otros.
Antes de proseguir, definamos aquí lo que es un golpe de Estado, el cual no es otro que un acto realizado por el gobernante para reforzar su propio poder o el de su grupo o de sus afines ideológicos y políticos.
Esta definión es muy antigua, peus se remonta a 1639, a raíz de la publicación de un libro del francés Gabriel Naudé, intitulado Consideraciones políticas de un golpe de Estado.
La definición ha sufrido una metamorfosis en el decurso de los siglos y hoy tiene un significado que suele asicársele con cambios violentos de gobierno operado con transgresión de las normas constitucionales.
Empero, en muchísimos casos el golpe de Estado es realizado con arreglo a la definición original --la de Naudé--, aunque la violencia no es el denominador comùnm, sino la transgresiòn de las leyes.
Mas el punto axial del asunto es que el golpe de Estado es cometido por los gobernantes. Es decir, se realiza desde el poder. Los casos históricos abundan;: Tiberio, Catalina de Mèdici, Luis Bonaparte y Vicente Fox.
¿Vicente Fox? Sí, por supuesto. Dió un golpe de Estado por fases y etapas, empezando con la campaña feroz contra Andrés Manuel López Obrador para que fuese desaforado. Luego, la guerra sucia contra su candidatura.
III
Y, el colofón --el pináculo--, el fraude electoral. Una instancia electoral, la del Tribunal, emitió un dictamen reconociendo el fraude pero consideró que no era prudente anular las elecciones y realizarlas de nuevo.
Así, se dio el golpe de Estado invocando el derecho o, por mejor decirlo, el Estado de derecho. El señor Calderón asumió la Presidencia de la República espuriamente, en violación del mismísimo Estado de derecho.
Esa violación --y conculcación correlativa-- al Estado de derecho continúa rampante, siendo ya el señor Calderón jefe del Estado mexicano. Ha lanzado sus ejércitos a realizar operaciones sin guardar siquiera la forma jurídica.
Un Presidente ilegítimo --es decir, ilegal-- extradita a Estados Unidos a ciudadanos mexicanos sin el debido proceso judicial que establece la Constitución. Y sus huestes militares toman sin más a los estados.
La Constitución establece con diafanidad y nitidez diamantina que el gobierno federal no puede despachar tropas a un estado a menos que tenga la autorización del gobernador y del Congreso local. No ha sido así.
A esas acciones ilegales sumaríanse muchas --una miríada-- más: las violaciones a los derechos humanos de los mexicanos, las agresiones --también ilegales-- al ingreso familiar, la tortura, secuestros, etcétera.
Contrario a lo que afirma el Presidente --recordemos que sólo votó por él un 20 por ciento, aproximadamente, del total del electorado--, en México no existe el Estado de derecho. Lo opuesto. Es un Estado plutocrático.
Glosario:
Asicársele: Hostigarle, fastidiarle.
Diafanidad: Calidad de diáfano. Claro, limpio.
Epítome: Resumen o compendio de una obra.
v. gr.: Verbi gratia. Por ejemplo.
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