domingo, enero 14, 2007

Detrás de las importaciones,

el gobierno promueve la siembra

y el consumo forzado de

maíz transgénico


LA propuesta del gobierno federal de aumentar las importaciones de maíz de Estados Unidos en 450 mil toneladas adicionales para paliar el aumento en el precio de la tortilla no resolverá las causas del incremento de precio del maíz, y en cambio incrementará las posibilidades de contaminación transgénica del maíz mexicano y nos forzará a consumir un maíz riesgoso y de mala calidad, alertó Greenpeace.

La organización ambientalista explicó que el aumento en el precio del maíz se debe a múltiples factores: el alza en la demanda del maíz en Estados Unidos para producir etanol; el control y especulación de precios que ejercen corporaciones tanto nacionales, como Maseca, como transnacionales, como Cargill y la National Corn Growers Asocciation, de Estados Unidos, entre otros; las inadecuadas políticas del gobierno mexicano que han generado una dependencia de nuestro país hacia las importaciones de alimentos; la desaparición de Conasupo, la falta de apoyo a los productores de maíz y la falta de precios de garantía, entre otros.

"Queremos advertir que aumentar la dependencia de México a las importaciones de maíz, base de nuestra alimentación, es la forma más segura de ceder nuestra seguridad y soberanía alimentarias y nuestra autonomía política y económica a Estados Unidos. Lo que el gobierno federal tiene que hacer frente al escandaloso aumento de precio del maíz es ir a las causas de fondo, es decir, fomentar y defender la producción nacional de maíz blanco, para asegurar que contemos con suficiente grano de alta calidad, no transgénico y a precios accesibles, además de crear oportunidades de empleo e ingresos en las zonas rurales.

Asimismo, se debe evitar el control monopólico del grano, que ahora está en manos de empresas como Maseca, Cargill y los supermercados, cuyo fin es el lucro y no el bienestar popular", dijo dijo Areli Carreón, de la campaña de transgénicos de Greenpeace.

Cabe señalar que en Estados Unidos sólo se cultivan cada año 2.5 millones de toneladas de maíz blanco que es el que los mexicanos consumimos. El resto de la producción de ese país, 285 millones de toneladas de grano al año, corresponden al maíz amarillo, el cual tiene más de 1,500 usos industriales entre los que destacan el forraje animal, la fabricación de derivados para la industria alimenticia, de plásticos y recientemente de etanol. Los productores de maíz estadounidenses llaman al maíz "cash crop", pues su producción está altamente subsidiada por su gobierno y su venta está asegurada, por lo que prácticamente siembran dinero en efectivo.

Además de ser de un tipo de grano que en México se usa para alimentar animales y no para hacer tortillas, más de la mitad de todo el maíz norteamericano es transgénico. De acuerdo con cifras de la National Corn Growers Association de Estados Unidos (1) el 52 por ciento de toda su producción de maíz ha sido modificada genéticamente.

"Es preciso recordar que los estudios tomados como válidos en México para permitir el consumo humano de maíz transgénico han sido elaborados para el consumo de los estadounidenses, que es totalmente distinto al de los mexicanos: nuestros vecinos sólo comen maíz indirectamente (al consumir carne de animales alimentados con este grano) o con una alta industrialización (aceite, harinas y otros derivados). Los mexicanos, en cambio, comemos maíz directamente todos los días no sólo como tortillas sino preparado en más de 300 formas. Los efectos de mediano y largo plazo que puede haber en los consumidores por comer diariamente maíz transgénico son desconocidos y no hay ningún estudio en curso para valorarlos; por lo que los riesgos para la población no se pueden prever. Es inaceptable que el gobierno pretenda forzarnos a comer maíz transgénico, sin tomar esto en cuenta", dijo Carreón.

Además de los riesgos económicos y como consumidores, hay que tener presente que estas importanciones incrementarán el riesgo de contaminación de las variedades mexicanas del maíz, grano del que nuestro país es el centro de origen y biodiversidad.

"Mientras las políticas públicas del gobierno federal no tengan como prioridad proteger la producción nacional de alimentos de calidad y precio accesible para la población, nuestro país será víctima de alzas, desestabilización y desabasto que ya estamos padeciendo y que benefician a particulares y extranjeros, o nos veremos forzados a consumir transgénicos que implican un gravísimo riesgo ambiental y riesgos desconocidos para los consumidores. Es urgente aplicar políticas públicas de agricultura sustentable y soberanía alimentaria que garanticen la producción limpia y suficiente de alimentos sanos para todos", concluyó Carreón.

Notas:
Ver reporte"The World of Corn 2006" en http://www.ncga.com/WorldOfCorn/main/consumption2.asp

Para mayor información comunicarse con Cecilia Navarro a los teléfonos 5530-2165 ext. 220 y al 04455-5172-9869 o visitar la página www.greenpeace.org.mx.
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Greenpeace es una organización ambientalista, no gubernamental e independiente política y económicamente, ya que no acepta donativos ni presiones de empresas, gobiernos ni partidos políticos. Además documenta, expone y denuncia los problemas que amenazan el ambiente por medio de una confrontación directa, creativa y no violenta. También propone soluciones esenciales para vivir en un planeta pacífico, más sano y menos desigual. Actualmente, cuenta con 3 millones de socios en el mundo y con 25 mil en México.
TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Asimetrías

"Cuesta" de Enero

Fausto Fernández Ponte

I
EL año que apenas comienza se nos ofrece a los mexicanos como uno cuesta arriba, con obstáculos atávicos --es decir, históricos-- y tan crecientes que parecen insuperables.

Y no en vano. Persisten el desempleo, la erosión del salario y del poder adquisitivo del ingreso familiar, el aumento dramático de bienes y servicios básicos.

Persisten con infamia las contradicciones monstruosas de una forma de organización económica que, no obstante su inviabilidad, el Estado insiste absurdamente en consolidar.

Y esa inviabilidad adviértese en todo su perverso esplendor en el aumento de la pobreza en México y la pérdida de las esperanzas de bienestar y la desesperanza.

Esas son causales de la gran agitación social y política que existe en México y que el Estado y el gobierno reprimen con brutalidad policiaca y paramilitar, sin ofrecer opciones.

La agitación y la represión violenta del Estado y el gobierno que lo representa son correlatos de una misma génesis: la descomposición estructural de México. Anomia.

Así, anomia, pues. El tejido económico y político no se corresponde con el tejido social. Ello se ha traducido en un lenguaje llano, el de la inestabilidad y la ingobernabilidad.

Esa realidad tan terrible pone en evidencia que el poder formal no es el resultado de un contrato social. Esa ausencia distorsiona el ejercicio y alcance del Estado y el Gobierno.

II

En 2006, la ya proverbial cuesta de enero trascendió ese mes y se extendió a febrero y, luego, a marzo, hasta finalmente presidir la cotidianidad de las familias mexicanas.

En efecto, subir la cuesta --cada vez menos horizontal y más alta-- le tomó a los mexicanos todo el año pasado, aunque en 2005 ese fenómeno también fue muy largo.

Fue ese aciago 2006 el colmo, coincidiendo con el finiquito constitucional del sexenio de Vicente Fox, célebre por su ineptitud, ya legendaria, y sus bribonerías.

Esa ineptitud, que hizo tándem con la irresponsabilidad y el cinismo --secuela de la impunidad-- ha tenido un costo muy oneroso al grueso del total de los habitantes de México.

Trátase, desde luego, del costo social, entendido éste por las consecuencias negativas --corrosivamente perversas-- en el pueblo en general y ciertas clases en particular.

Esos ciertas clases sociales conforman, dígase objetivamente y sin incurrir en hipérbole, son las más marginadas en gradación variopinta, incluye la extrema.

La marginación es económica --son clases sociales que existen tangencialmente con respecto a la dinámica de la forma de organización prevaleciente-- y, desde luego, lo político.

No huelga subrayar, reiterada, que esas clases sociales conforman el grueso del total de mexicanos, pues el pueblo de México es, en un entorno de riqueza, un pueblo de pobres.

III

Sin duda. Pudiérese decir que el pueblo pobre de México es el pueblo todo --o casi todo-- de este país tan rico en recursos naturales propios que se apropian unos cuantos.

Y entre esos unos cuantos inclúyense los más ricos de México --es decir, los ricos entre los más ricos-- que encuerpan una élite privilegiadísima de hombres y mujeres.

Esa élite privilegiadísima son, en la práctica, un poder fáctico de influencia y alcance abrumador e insoslayable sobre el poder formal, el del Estado y el gobierno de México.

Ese poder fáctico --que tiene una diversidad de representaciones, vertientes y expresiones-- es tan omnipresente que el poder formal no puede ignorarlo.

De hecho, no sólo no puedo ignorar el poder formal al fáctico, sino que las decisiones estratégicas de aquél se toman en función de los intereses de éste.

El poder fáctico no requiere ordenarle al poder formal qué tiene que hacer; éste actúa en congruencia con la naturaleza de los intereses de aquél, sus necesidades y expectativas.

Dados los términos de esa relación de dependencia y subordinación del poder formal con respecto al fáctico, aquél no puede siquiera guardar las apariencias de autonomía.

Ello es obvio. El jefe del Estado mexicano, el Presidente Felipe Calderón, preside sobre un complejo entramado de desequilibrios esperpénticos. La cuesta durará todo el año.

Glosario:

Aciago: Infausto, infeliz, desgraciado, de mal agüero.

Anomia: Ausencia de ley.

Esperpénticos: de esperpento.

Tándem: Conjunto de dos elementos que se complementan.
INFIERNILLO

Pasmado

Por Faustófeles

FELIPE Calderón pudo
reunirse con Hugo Chávez,
Evo, Ortega y los que ya sabes:
¿Qué dijo? ¡Se quedó mudo!
EDITORIALITO

Reclamos a Calderón

Por Santos Oaxaca

EL Presidente Felipe Calderón --a quien millones de sus compatriotas consideran un mandatario espurio, sin muchas luces intelectuales y, por añadidura, rehén de intereses creados ajenos a los del pueblo de México-- visitó Chalco, estado de México, y la ciudad portuaria de Veracruz,en el estado del mismo nombre. Lo sobresaliente de esas visitas --venía el presidente de su viaje a Managua, Nicaragua, para asistir a la toma de posesión del Presidente Daniel Ortega-- fueron los reclamos de la gente por el aumento en los precios de bienes y servicios de consumo básico o necesario, que ha afectado negativamente los intereses populares. En lo que fue su primer "baño de pueblo" para el señor Calderón el saldo fue de repudio y rechazo de los chalquenses y veracruzanos. Don Felipe, en respuesta, improvisó medidas orientadas a frenar el alza, aunque no tomadas para revertir los aumentos, los cuales ya quedaron establecidos. Empero, horas después, el secretario del despacho de Economía, Eduardo Sojo, canceló la promesa del Presidente al decir que no existen mecanismos legales en el Gobierno para frenar las alzas. Esta dicotomía nos exhibe dos cosas: un doble discurso gubernamental y que el Presidente no tiene control del aparato gubernamental. ¡Qué ominoso!
TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Asimnetrías

Pasos en Falso

Por Fausto Fernández Ponte
I
EL fino amigo y colega René Alonso, quien conduce los noticieros de Radio Nuevo León y cada jueves pide el parecer de este escribidor acerca de nuestro acontecer, inquirió:

--¿Cómo explicarnos el hecho de que el Presidente Calderón se reúna con Daniel Ortega y Hugo Chávez, que son la izquierda en Latinoamérica y no con la izquierda en México?

La pregunta tiene mérito, aunque este escribidor sospechaba de entrada que don René ya tenía la respuesta.
--Eso confunde a los mexicanos --señaló el colega Alonso.

¿Cuál es, pues, la respuesta, a esa interrogamte tan confundidora? Este escribidor esbozó una contestación.
--Es el síndrome Echeverría --dijo el escribidor.

Y abundó:
"El Presidente Luis Echeverría secuestraba y desaparecía y torturaba aquí a luchadores sociales y políticos y, sin embargo, cultivaba ligas con la izquierda latinoamericana".

El señor Echeverría, hágase notar, no era un hombre cuya ideología estuviese situada ni a la izquierda ni a la derecha del espectro ni en el centro, sino según la conveniencia.

Esa conveniencia era política o personal, coyuntural, expedita, con arreglo al desarrollo de ciertas realidades. Golpeó a la gran derecha y a la izquierda.

Y lo hizo con saña. Persiguió a los megaempresarios de Monterrey e incurrió en genocidio --del cual esta indiciado hoy-- en agravio de jóvenes estudiantes disidentes.

II

Como presidente, el señor Echeverría adoptó esa postura que enajenó a segmentos de la sociedad, aunque en su momento le resolvió desafíos a su poder e infalibilidad personales.

Sin embargo, en el fondo el Presidente Echeverría se desempeñó, en el contexto de una dictadura de la simulación democrática, como un mandatario conservador.

Y ese conservadurismo exhibía rostros congruentes con los imperativos del poder autoritario, arbitrario y, dígase sin tapujos, dictatorial. Nada contra el statu quo.

Y ese statu quo era de conservar el poder a como diere lugar y a como fuere. Por eso el Estado mexicano se convirtió en un represor brutal, monstruoso, de cualesquier disidencia.

La simulación democrática se sustentaba sobre una base que el sistema político mexicano --el de la monarquía absoluta sexenal-- interpretaba como un contrato social. Consenso.

Pero era un consenso impuesto --ni siquiera inducido--, lo cual cancelaba, por su propia dialéctica de las contradicciones, las premisas de dicho contrato social.

El régimen presumía de que ese contrato social --la aquiescencia pública-- lo legitimaba en la cotidianidad y en el contexto histórico, dado su naturaleza revolucionaria.

Pero esa naturaleza revolucionaria era supuesta. En realidad, el contrato social no era tal, sino, pues había sufrido un desgaste al "institucionalizarse" la revolución.

III

El régimen que en ese entonces emblematizaba el señor Echeverría había dejado de ser revolucionario desde 1940. Era, pues, francamente antirrevolucionario. U opuesto.

Hoy, el Presidente Calderón --a quien millones de mexicanos consideran un mandatario espurio-- recurre a las viejas fórmulas de la simulación. Coquetea con la izquierda.

Y, así, mientras en casa reprime con ferocidad propia de un Pinochet o un Papa Doc Duvalier o un Leónidas Trujillo o un Stroessner, afuera hace migas con la izquierda.

Empero, los motivos de don Luis y don Felipe, si bien convergen, tienen diferencias notorias: el Presidente Calderón se acerca a su homólogo Chávez movido por un interés ajeno.

Y ese interés ajeno es el de abrir vías para defender a Carlos Slim, cuyos negocios en Venezuela han sufrido la nacionalización chavista.

¿Presidente Calderón? No. Presidente Slim. El Estado mexicano y su gobierno conforman una plutocracia. Existen para defender los intereses de los ricos.

Y uno de esos ricos --el señor Slim-- se siente afectado por decisiones soberanas del Estado Venezolano, la de devolverle al pueblo bienes estratégicos escamoteados.

¿Por qué no le llevó don Felipe a don Hugo la solidaridad del pueblo de México al de Venezuela por la reivindicación de sus propios bienes? Don Felipe da pasos en falso. Tropezará.

Glosario:

Aquiescencia: Asenso, consentimiento.

Indiciado: Que tiene contra sí la sospecha de haber cometido un delito.

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INFIERNILLO

Contrastes

Por Faustófeles

CON alzas la Bolsa cierra
y ganan los que nos saquean.
Alzas a tortilla asquean
y esta injusticia aterra.
TEMA TRASCENDENTE DE DÍA

Asimetrías

Voces de Priístas

Por Fausto Fernández Ponte

I
EL caro leyente Enrique Palencia, quien se identifica a sí mismo como líder social urbano de la capital, con militancia larga en el Partido Revolucionario Institucional, escribe:

"Leí su artículo (acerca) del PRI y los retos que enfrenta y coincido con usted plenamente: nuestro instituto político nació en 1946 a la derecha ideológica...

"Por eso, nuestro Partido jamás ha sido ni siquiera de centro ni mucho menos de izquierda. Lo fundó Miguel Alemán Valdés hace casi 61 años para sustituir a su predecesor...

"El predecesor, el Partido de la Revolución Mexicana, fundado por Lázaro Cárdenas, sí era de izquierda y, de hecho, era un partido socialista dada su orientación social...

"El PRI no tiene nada que ver con el PRM, aunque éste sí tuvo mucho que ver con su antecesor, el Partido Nacional Revolucionario, fundado por Plutarco Elías Calles...

"El PNR era un partido socialista y, por lo que he leído y sabido, Calles perseguía dos objetivos: aglutinar las muchas fuerzas y facciones ideológicas y políticas dispersas...

"También quería que los intereses materiales de esas facciones y caudillos convergieran en un objetivo superior, el bienestar del pueblo de México...

Calles tenía, como segundo objetivo, dirimir los conflictos de intereses ideológicos, políticos y materiales en torno a un criterio trascendente, ignorado por el PRI".

II

Ese criterio trascendente ignorado por el PRI --nos dice el leyente Palencia-- es el del bienestar del pueblo como condición indispensable para la estabilidad y gobernabilidad.

Escribe con vena autocrítica severa:

"Estoy convencido de que mis compañeros de partido --incluyendo la dirigencia-- en mi modesto entorno de lucha social urbana ignoran esto que es tan básico...

"Mis compañeros de Partido y nuestros líderes locales y nacionales han demostrado que la función del PRI es la de darles huesos --empleos-- qué roer sin hacer esfuerzo...

"Y no hablo del esfuerzo personal --que no realizan--, sino del esfuerzo social, el de la solidaridad, el de una red que amortigüe nuestra caída como comunidad, como país..

"Es mi experiencia de tantos años de lidiar con las cúpulas del PRI que los priístas sólo quieren huesos qué roer y, además, bien pagados. Recibir prebendas sin trabajar...

"Ese es en el fondo el origen de tanto jaloneo y ambiciones entre los aspirantes a presidir el PRI. La presidencia del Partido es un hueso con mucho tuétano...

"En mi opinión muy personal, eso es en síntesis lo que motiva a los Enrique Jackson, Beatriz Paredes, etcétera".

III

Afirma el leyente Palencia:
"Todos esos aspirantes hablan de reconciliación para darle competitividad al Partido, pero con ello se refieren a la reconciliación entre las facciones, las cúpulas...

"Se refieren a los grupos de poder en el PRI y no se refieren a los millones de militantes que no necesitamos reconciliarnos porque no estamos peleados...

"Los militantes estamos irritados con las cúpulas y hasta con la dirigencia en turno del Partido, pero no estamos peleados entre nosotros mismos...

"Los militantes nos sentimos traicionados. La decisión de que sean los Consejos Políticos nacional y estatales los que eligan al presidente del PRI nos agravia como militantes..

"Nostros --los de la base-- no podemos aceptar que sean las facciones, los grupos de poder y las cúpulas las que tomen decisiones por nosotros. Volvemos a lo mismo...

"Y lo mismo es la persistencia de la cultura de prácticas antidemocráticas dentro del Partido, que es, como usted bien lo ha dicho, desestimar y subestimar a la militancia...

"Usted ha dicho que el PRI debe situarse a la izquierda; es decir, del lado del pueblo, no al centro ni a la derecha. Debe ser un partido revolucionario".

Glosario:

Dirimir: Deshacer, disolver.

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Asimetrías

Intolerancia

Por Fausto Fernández Ponte
I
DESDE hace ya varios sexenios, la intolerancia en el ejercicio del poder ha exhibido una y otra vez sus fauces babeantes y hediondas y sus colmillos afilados.

Así ha sido. Y lo mismo en los sexenios de la dictadura perfecta a los de la ultraderecha plutocrática, la intolerancia ha sido el signo de ese ejercicio del poder.

Cierto. En esos 60 años --desde el sexenio de Miguel Alemán, fundador del PRI actual, hasta el de Felipe Calderón--, la intolerancia ha sido y continúa vigente.

De hecho, esa vigencia se ha acentuado no sólo a lo largo y lo ancho del espectro de la práctica del poder, sino también transversalmente. Y sin contrapesos.

La intolerancia se ha manifestado de guisa variopinta, incluyendo la extrema, la de la represión violenta, con su secuela lacerante de víctimas y damnificados.

Esas víctimas y damnificados han sido --y siguen siéndolo-- el conjunto de muertos, desaparecidos, secuestrados, heridos, torturados y presos. Suman miles

Tan sólo en un sexenio, el de Carlos Salinas de Gortari, hubieron más de mil activistas civiles --luchadores sociales y políticos-- fueron muertos o desaparecidos.

Las víctimas del salinato --ese periodo sexenal de tristísima naturaleza-- tiene registro en la psique de la izquierda en México. Es parte de nuestra historia reciente.

II

Las víctimas de la intolerancia salinista fueron mexicanos sospechosos de ser miembros del Frente Democrático Nacional y luego, del Partido de la Revolución Democrática.

Este episodio negro, empero, es poco conocido, excepto por aquellos vinculados a las víctimas o, como en el caso de este escribidor, por quienes dieron cuenta de esa represión.

Esa represión duró todo el sexenio de este deleznable individuo, emulando a otro monstruo, Luis Echeverría, quien le había precedido como inquilino de Los Pinos.

El señor Echeverría, acusado hoy de genocidio y bajo arraigo, le dio alegre rienda suelta a sus matones, muertos ya pero no olvidados por sus víctimas ni por la historia.

Al sexenio echeverrista le precedió otro igualmente brutal, el de Gustavo Díaz Ordaz, el de la Matanza de Tlatelolco, ocurrida el 2 de octubre de 1968.

En matanza, el señor Echeverría también tuvo parte, pues era entonces el secretario del despacho de Gobernación y responsable de resolver el conflicto esutiantil-popular.

Al sexenio echeverrista le sucedieron los de José López Portillo (1976-82) y Miguel de la Madrid (1982-88), quienes tuvieron también su cuota de represiones y desaparacidos.

Al frívolo Jolopo sucedió como Presidente don Miguel --en el sexenio de este último fue asesinado el periodista Manuel Buendía--, antecesor del ya mencionado señor Salinas.

III

Ernesto Zedillo fue el sucesor de don Carlos y tuvo, como todos los anteriores, su parte en represiones y desaparecidos, aunque no con la alegría perversa de aquellos.

La represión recobró sus colmos durante el sexenio de Vicente Fox, individuo de desempeño tan patético, por inepto, que es recordado por su considerable caudal de desaciertos.

Empero, es en este sexenio --el del señor Calderón, identificado por millones de mexicanos como Felipe el Espurio-- en donde la intolerancia alcanza un apogeo.

Y ese apogeo en la intolerancia es, comparado con el de los sexenios anteriores, escalofriante. Se traduce en represión cínica, diríase que tiene hasta su epinicio.

En efecto. La intolerancia se ejerce sin tapujos ni justificaciones. Se presume, pues, de ella. Y se presume, en vena igual, de su secuela aviesa, la represión.

Caso en punto es el de José Gutiérrez Vivó, empresario de la difusión --propietario del Grupo Monitor-- y difusor él mismo, que goza de celebridad por su amplia audiencia radial.

El señor Gutiérrez Vivó se amparó el lunes contra actos de la autoridad judicial federal, pues teme ser detenido e incluso secuestrado por agentes policiacos.

Señálese que el señor Gutiérrez Vivó no es ni ha sido un crítico notorio de cómo se ejerce el poder en México. Pero sus temores son fundados. Por la intolerancia calderonista.

Glosario:

Colmos: Líquido que se derrama de un vaso o contenedor

Deleznable: Despreciable, de poco valor

Epinicio: Canto de victoria. Himno triunfal