sábado, septiembre 23, 2006

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

"¡Usted Dejó de Existir!" (5/V)

Por Fausto Fernaández Ponte


I
POCOS disputarían que la discriminación por cualesquier causales --raza, credo religioso, convicciones políticas, condición social, etcétera-- es una monstruosidad.

Y como toda monstruosidad, ese fenómeno está tan arraigado en México que ha adquirido condición idiosincrática y es parte insoslayable de la psique colectiva y nuestra cultura.

En México hasta el Estado mismo y el gobierno discriminan a los gobernados, no sólo como práctica corriente, por omisión, sino también por comisión.

El Estado no aplica la ley --Nuestra Constitución Política-- que prohibe, en su mismísimo primer artículo, toda discriminación. La tolera y, con su omisión, la fomenta.

Y otrosí: Incluso en el lenguaje usado en ciertas leyes reglamentarias de artículos constitucionales permea la discriminación por uno u otro motivo.

Y es que ello nos indica que no tenemos conciencia, colectivamente, de que incurrimos en la práctica de la discriminación. Nuestros gobernantes repiten ese patrón.

Y discriminan con flagrancia nuestros derechos constitucionales de petición y a ser escuchados. Nos ignoran burócratas, legisladores, policías, fiscales y jueces.

II

Mas no sólo ignoran nuestros derechos. Los personeros del poder conculcan y hasta violan esos derechos y vulneran nuestras garantías. Por ello, millones votaron por el cambio.

Así, millones de mexicanos sufren discriminación en una gama variopinta de modalidades, desde la burda y grotesca hasta la sutil y sofistera e inclusive pseudolegal.

Discriminamos a los indios en México. Discriminaos a los pobres. Discriminamos a los viejos. A los que tienen capacidades diferentes. A los que hablan mal el castellano.

Y hasta discriminanos, en ciertos estamentos de la sociedad, a los que no hablan ni leen ni entienden inglés. Discriminamos a los que hablan lenguas aborígenes de México.

Y discriminamos a aquellos de piel oscura, indios o mestizos. O que son humildes. A los que visten con modestia. Discriminamos a los chaparros. U obesos. O por ser mujer.

En los centros de trabajo discriminamos a la mujer, a quien se le paga mal y se le escamotean sus derechos laborales. Empleamos sin pudor mano de obra infantil.

III

La discriminación de la mujer es la expresión más general y amplia de nuestra cultura. Y si esa mujer es anciana, la discriminación es doble. O triple, si es mestiza o india.

A la discriminación de género en el campo laboral, educativo, sumaríase también la que tiene por motivos la condición económica y social.

Y es que el entorno cultural induce a conductas de discriminación. Y en México, el mismo poder político y económico es discriminador. Discrimina a los pobres.

A esa realidad de la cultura de la discriminación en México se adhiere otra igual de lacerante: el abuso de los personeros del poder en agravio de los discriminados.

Un caso en punto es de los trabajadores migrantes en Estados Unidos, a quienes nuestro propio Congreso de la Unión discrimina institucionalmente, al ignorar sus demandas.

Coincidimos con la cara leyente Nora Flores Hernández, quien nos señala que hasta en la publicidad por televisión se mofan peyorativamente de las personas mayores.

Reproducimos verbatim: "Sobre lo que usted ha escrito y he leído en El Sendero del Peje (http://senderodelpeje.blogspot.com) acerca de cómo nuestros viejitos dejan de existir, quiero decirle que cuando se les menciona o toma en cuenta es para hacerles parecer como seres inútiles...

"Hace tiempo que sale en televisión un comercial de Mabe (electrodomésticos) de una lavadora y un abuelo donde sin el menor respeto mencionan "hasta el abuelo lo puede hacer". ¿Qué quieren decir con eso? ¿Que son tontos? ¿Por qué razón no podría utilizar una lavadora? Eso es discriminación"
Invita doña Nora a nuestros leyentes a asomarse a www.mabe.com.mx. "Ya envié una queja a la empresa, a ver qué me contestan", dice esta leyente.

Glosario:
Idiosincrática: de idiosincrasia. Razgos, temepramento, carácter, etcétera, distintivos y propios de un individuo o una colectividad.
Permea: de permear, filtración.
Psique: alma humana
Sofistera: de sofisma. Razón o argumento aparente con que se quiere defender o persuadir lo que es falso.
Verbatim: textual.