lunes, noviembre 27, 2006

PUNTO DE VISTA

La Ceguera de los Cardenales y el Escritor

Por José Angel Miramontes Cordero

EN el transcurso de la semana, los cardenales mexicanos Norberto Rivera Carrera y Juan Sandoval Iñiguez, así como el escritor, Héctor Aguilar Camín, por separado, declararon de manera coincidente sobre las recientes elecciones presidenciales de nuestro país.

En la nota de los periodistas, Alma E. Muñoz y Juan Carlos G. Partida (La Jornada 18/09/2006), don Norberto, pidió que Andrés Manuel López Obrador reconociera a Felipe Calderón como presidente electo de México porque: "Que yo sepa no se ha presentado ninguna prueba contundente de que la elección (del 2 de julio) se haya salido de la legalidad".

En el mismo sentido se pronunció el arzobispo primado de Guadalajara, Juan Sandoval, al pedirle a López Obrador aceptar el triunfo del panista, porque "desde el 2000 optamos por la democracia y ésta tiene unas normas: que sea el voto del pueblo. Esa es la esencia de la democracia, la voluntad del pueblo… tiene que aceptar esas reglas el juego". ¡Tan lindo ellos! Pero, lamentablemente, no puedo compartir su opinión. Se necesita estar ciego de remate como para no darse cuenta de todo el cúmulo de irregularidades que enlodaron el pasado proceso electoral.

En Chile, Héctor Aguilar Camín, escritor y conductor del programa Zona Abierta, que transmite televisa todos los jueves, declaró para el diario chileno "La Tercera" en torno a la Convención Nacional Democrática convocada por AMLO. Dijo, entre otras cosas que: "…los mexicanos le han dado la espalda a estas payasadas, ya que las elecciones presidenciales de julio pasado, fueron impecables".

Vamos por partes. Los jerarcas de la iglesia católica saben bien que están mintiendo deliberadamente y, al parecer, esto los tiene sin cuidado. Cómo es posible que no den a respetar la institución que representan. Con su actitud no hacen más que darle la razón a López Obrador respecto a lo carcomidas, a lo podridas que están muchas de las instituciones del país. Qué no se dan cuenta que al ponerse del lado de uno de los candidatos lo único que hacen es dividir y/o confrontar a la grey católica que representan. Saben muy bien que por ley, las iglesias todas, y quienes las representan, no pueden hacer propaganda política a favor o en contra de algún partido o candidato. (Art. 130, inciso e constitucional). Y esto ocurrió en muchas partes del país.

No es posible que don Norberto y don Juan no se hayan percatado de la descarada intromisión del presidente Fox en el proceso atacando sistemáticamente a López Obrador, lo cual está prohibido por la ley en materia electoral. Les pasó de noche también la ilegal participación de los empresarios en la compra de propaganda a favor del candidato de la derecha. Dónde estaban Rivera Carrera y Sandoval Iñiguez que no se percataron de la fétida, nauseabunda campaña que Calderón y el PAN desarrollaron contra El Peje, –oh, qué bello esto de tirarle mierda al prójimo, de engañar y de mentir, a sabiendas de que con un padre nuestro y un ave maría quedo absuelto de pecado--.

Seguramente estaban durmiendo a pierna suelta el sueño de los justos, junto con Ugalde y sus chicos, como para no enterarse de la violación a nuestra carta magna cometida por Acción Nacional y su candidato, al contratar a conferencistas (José María Aznar) y ambiciosos e inescrupulosos publicistas traídos del extranjero como el español Antonio Solá y los norteamericanos, Dick Morris y Rob Allyn. (Art.33, párrafo segundo constitucional).

En fin, multiplicidad de pruebas del fraude electoral las estuvo dando a conocer por diferentes vías y medios de comunicación el equipo cercano a Andrés Manuel. Es cuestión de que don Norberto y don Juan quieran informarse de a de veras y entren, por ejemplo, a la página del Peje (www.lopezobrador.org.mx) o a la página del PRD (www.prd.org.mx), o al periódico La Jornada (www.jornada.unam.mx), o también (http://em.fis.unam.mx/mochan/elecciones/archivos/doc00011.doc).

Aquí en Mazatlán --y en la ciudad de México-- las Redes Ciudadanas y los partidos coaligados montaron sendas exposiciones del fraude y ningún miembro de la jerarquía eclesiástica se dignó en acudir a verificar nuestros argumentos, ah, pero sí fueron capaces de descalificar en los medios el trabajo realizado por estos grupos ciudadanos.

En cuanto a los despectivos términos de Aguilar Camín, pues no podemos esperar más de un fanático exsalinista, muy bien acoplado al foxismo, que sabe al dedillo las reglas del juego a las que tienen que estar sujetos los intelectuales de este país.

Me refiero, sin duda, a los intelectuales que no quieren dejar de succionar la jugosa teta de la que chorrean las prebendas, los privilegios, las becas, los estímulos, con los que se premia con creces la genuflexión, la alabanza, la adulación de este régimen pestilente.

Se nota a leguas cómo los medios y sus conductores de mesas de "análisis" y programas de noticias, las cúpulas empresariales y eclesiásticas, el PAN y sus compañeros de viaje han unificado su criterio: desprestigiar, ridiculizar y minimizar el gran esfuerzo del noble pueblo mexicano, con López Obrador a la cabeza, por democratizar y revalorar las instituciones de este país. Que el todopoderoso se apiade de estos pobres invidentes y los siga colmando de bendiciones y parabienes. Suertudotes.

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Asimetrías

México y Cuba (2/II)

Por Fausto Fernández Ponte


I
LA proeza de la partida y la travesía del Granma es historia. Pero precisamente por ello --por su naturaleza histórica-- acusa vigencia.

Y esa vigencia se explica en virtud de las moralejas pedagógicas y lecciones didácticas que genera no sólo a los cubanos, sino particularmente a los mexicanos.

La Cuba de 1956 no era muy distinta del México del 2006. Las causales de la Revolución Cubana son las mismas que existen en México, medio siglo después.

México no es de los mexicanos, como Cuba hace medio siglo no era de los cubanos. Nosotros sólo ocupamos un ámbito que usan para provecho propio ciertos intereses trasnacionales.

El Presidente de México era en ese entonces Adolfo Ruiz Cortines, inserto ya en la dialéctica de las desviaciones de la Revolución Mexicana iniciada por su antecesor.

Ese predecesor fue, precisamente, Miguel Alemán Valdés, padre del tristemente célebre gobernador a quien ya aludimos en la entrega pasada, aquí, en este espacio.

Alemán Valdés es emblema de las traiciones a la Revolución Mexicana y las desviaciones de ésta, así como de corrupción, entreguismo a Estados Unidos, cinismo e impunidad.


II

Refundó Alemán Valdés al partido político en el poder y lo denominó Revolucionario Institucional, aunque éste no tenía nada que ver en lo ideológica con sus predecesores.

Esos predecesores fueron el Nacional Revolucionario, fundado por Plutarco Elías Calles (1929), y el de la Revolución Mexicana (1938). Estos eran partidos socialistas.

Y mientras, en 1956, en Cuba convergían condiciones propicias para una revolución y la emergencia de líderes --como el señor Castro--, en México el statu quo era otro.

Ese statu quo era apenas el inicio del proceso de traiciones a los postulados de la Revolución Mexicana y de la entrega del poder a intereses privados y de EU.

El pueblo de México no había descubierto aun ese proceso de traiciones y desviaciones de la Revolución Mexicana no obstante el aumento de la represión y el control mediático.

Es de señalarse que a Alemán, por entreguista en lo económico y lo político a EU --contempló desnacionalizar la industria petrolera--, los gringos lo llamaron Mister Amigo.

Con este Presidente de la República cobró ímpetu inicial la metamorfosis del poder en México, convirtiéndose de revolucionario y popular en plutocrático, hasta la fecha.


III

Esa plutocracia ha aumentado su capacidad coactiva y, ergo, represora, conforme sus empeños --los de gobernar para los ricos-- van encontrando resistencia popular creciente.

Hoy, esa resistencia es cuantitativa y cualitativamente mayor que hace 50 años, secuela de las condiciones más agudas de desigualdad, injusticia e iniquidad de la plutocracia.

Los brotes de descontento, irritación e inclusive resentimiento social se registran por doquier, a lo ancho y largo de nuestro país. Esos brotes son transversales.

Es decir, esos brotes surgen de casi todas las capas, estratos y clases sociales, habiendo sido detonados por ciertas conductas --como el fraude electoral-- del poder.

Expresiones fieles de esa realidad son las movilizaciones populares de gran envergadura y las luchas sociales --como la de Oaxaca-- de reivindicación de derechos constitucionales.

El poder reprime brutalmente esas movilizaciones populares --aun aquellas bajo la garantía cvonstitucional-- que demandan, en la calle y la plaza pública esos derechos.

Los derechos, escribió José Martí, no se piden, se toman Y este apotegma martiano se cumplió en su patria, Cuba, en 1959 y se ha convertido en ley histórica.

Esa ley histórica aplícase en México por estos días. Negados los derechos de los mexicanos a cambiar su forma de gobierno y tener uno que les represente, se toman aquéllos.

Y eso es, precisamente, lo que se vive en México. El pueblo se moviliza para rescatar para sí un país que le ha sido secuestrado y conformar gobierno popular. Es su derecho.

faustofeles1@yahoo.com.mx
http://www.diariolibertad.org.mx
http://elgritodelpueblo.blogspot.com

Glosario:

Apotegma: dicho breve y sentencioso

Mediático: relativo a los medios de difusión.

Plutocracia: gobierno de ricos.


REFLEXION MATUTINA

Por Edwin Corona y Cepeda

HE aquí una serie de interesantes opiniones que tomo de las memorias del Congreso de Análisis ¿El poder cambia a la gente? efectuado en Lima.

¿Por qué la historia de América Latina está plagada de dictadores y de gobernantes autoritarios que empiezan como demócratas y que luego buscan perpetuarse?

Para el psiquiatra y psicoanalista uruguayo Rafael López-Corvo este fenómeno se debe a la ausencia del padre. El estudioso explica, que la presencia de un padre violento, tanto para el hijo como para la madre, lo que surge en el hijo es la necesidad de convertirse en el salvador de ella. Y como la violencia crea sentimientos de rabia y de venganza, estos niños se convierten en dictadores y "El país es la madre tierna representada a nivel inconsciente”.

López-Corvo ofrece una serie de conclusiones después de haber estudiado la infancia de dictadores que sufrieron desde chicos la ausencia y violencia del padre.

También ha investigado de cerca los regímenes totalitarios de América Latina y lo explica con soltura: "Por el número de hijos ilegítimos en las clases desposeídas o por el conflicto del machismo que lleva a que no sean padres cariñosos, *inconscientemente se crea un mecanismo en el pueblo que demanda un líder fuerte*. El gobernante democrático y respetuoso se
percibe como débil, insulso y de manera inconsciente la cultura promueve la aparición del líder macho, fuerte, pródigo de esperanza. *Representa al padre que no se ha tenido*".

Esta tesis nos hace recordar la opinión de Ortega y Gasset contenida en “La Rebelión de las Masas”.

¿Es verdad que todos tenemos ansias de poder? Positivo.

"Todos nacemos frágiles, envidiamos y tememos el poder de los adultos y si los padres son autoritarios, se forja una necesidad de invertir la situación; de convertirse algún día en el adulto que amenaza", detalla López-Corvo.

El detalle es que "la infancia nunca está lejana de uno. La mente no tiene arrugas. Uno envejece, pero la infancia siempre está cerca y de muchas
formas. Si el sentimiento de fragilidad ha sido intensificado por la violencia de los padres, cuando la persona alcanza el poder no puede creer que lo tiene; como lo quiere ejercer a ultranza, pierde el sentido de la realidad e ingresa a la posición de arrogancia".

Por eso existen políticos que se creen el padre todopoderoso y por eso miran al otro con desdén.

"El gran conflicto del ser humano es el sentimiento de arrogancia, de creerse que puede y lo sabe todo", sentencia el especialista. "El poder siempre crea la necesidad de más poder. Ahora, ejercer arbitrariedad con el poder no depende solamente de la personalidad sino de las herramientas de control. Cuando las instituciones son débiles y los conflictos producen caos, el oportunista autoritario se aprovecha del pánico", añade Moisés Lemlij terapeuta ecuatoriano

¿Y DUERMEN TRANQUILOS?

Uno los ve: prometen en campaña y no cumplen. Y luego caminan frescos, como si no tuvieran vergüenza o noción de la palabra empeñada.

Hay quienes dicen incluso que para ser político lo primero que se debe aprender es a mentir. "Los políticos no tienen sentimiento de culpa y duermen tranquilos a pesar de sus promesas incumplidas por una estructura perversa de la personalidad.

Ahora la gente sabe que está siendo engañada y este también es un juego, un pacto, perverso", sentencia María Aparecida Duarte.


En palabras de Luís Herrera, venezolano, el problema se torna más grave cuando en la sociedad se instala la cultura del cinismo: "El ansia de poder no solo es gratificante en sí mismo para alguna gente, también significa dinero; por eso hay quienes no quieren bajarse el sueldo y eso significa utilizar la realidad como un botín".

Lo cual quiere decir que existe una correspondencia entre poder y corrupción. "Solo una persona que no tiene escrúpulos es capaz de engañar a un pueblo pobre", reflexiona Herrera.

INFIERNILLO

Represión

Por Faustófeles


A la APPO con mano dura

el panismo reprimió

y del viejo PRI emuló

la perfecta dictadura.

EDITORIALITO

Contra el Pueblo de Oaxaca

Por Edi Torcito

LA represión del gobierno al pueblo de Oaxaca tiene saldos que definen a aquella como brutal: muchos detenidos, muchos desaparecidos, muchos torturados y muchos muertos y heridos. Las cifras, empero, son guardadas celosamente y hasta minimizadas por el gobierno, a fin de evitar la difusión de esos costos sangrientos de la acción paramilitar y policiaca gubernamental, la cual confirma dos cosas: Una, que la política no es la herramienta favorita de una administración --la presidida por Vicente Fox-- para resolver las discrepancias sociales y políticas; otra, que no hay vocación en el poder para darle desenlace feliz a los conflictos de descontento, irritación y resentimiento del pueblo ante las actuaciones francamente antipopulares y antisociales del Estado mexicano. Ello nos barrunta una polarización mayor --más profunda y más ancha-- y, predeciblemente, un crecimiento exponencial de los conflictos. La represión sólo ha contribuido a agrandar el problema.