domingo, octubre 08, 2006

TEMA TRASCENDENTE DEL DÍA

Cuando un Peso era un peso...

Por Fausto Fernández Ponte

"CUANDO yo era joven, con un peso se compraban muchas cosas", nos escribe el caro leyente Juan Carlos García González, quien nos lee en SimiInforrma tomado en una farmacia del Doctor Simi.

"Un peso era entonces un pesotote"; recuerda. "Los alimentos que se compraban se pagaban con centavos: el pan, la tortilla, los huevos, la carne, el pollo o el pescado y las frutas y verduras".

Don Juan Carlos menciona que "hace 50 años, uno no compraba pantalones o camisas hechas, sino que se mandaban a hacer; igual era con la ropa de mujer".

"Acabo de leer en el periódico que el ingreso por persona en México se ha estancado desde 1990, mientras que el poder adquisitivo de dicho ingreso ha mermado más de un 70 por ciento", dice.

Nos informa que pensé escribirle al periódico en el que leyó esa noticia --cuya fuente es el Banco Nacional de México--, pero desistió "pues no creo que publiquen mi punto de vista".

Explica: "Le escribo a usted porque veo su foto en el periódico del doctor Simi y me pareció que usted es como de mi edad y entenderá lo que le digo y se lo transmitirá a sus lectores".

Prosigue el leyente: "Tengo 75 años de edad y cuando tenía 25 --hace medio siglo-- tuve conciencia de que un peso era un pesote. Hoy no vale nada, pues equivale a diez centavos en términos reales".

Y añade: "Yo empecé a trabajar desde muy joven, pero le hablo de cuando yo me casé y descubrí por ese motivo que debía cuidar cada centavo en el uso que se le da al ingreso familiar".

"En ese tiempo, un centavo valía lo que hoy vale un peso. Es más, hoy ni siquiera hay centavos; la gente menor que yo no ha visto jamás un centavo de peso mexicano", agrega.

También nos dice don Juan Carlos: "Yo soy de oficio carpintero, el cual ejercí desde que terminé mi escuela Preparatoria, pues ya no quise estudiar alguna carrera".

Describe: "Mi papá tenía una carpintería en un local anexo a la casa en donde vivíamos, de modo que terminando la "Prepa" me incorporé de tiempo completo al negocio familiar...

"En el negocio familiar estuve 33 años, desde que tenía 18 hasta que cumplí 51, cuando dejé a mi hermano menor como encargado para poder yo aceptar un empleo como gerente de una maderería...

"En la maderería me pagaban cien pesos diarios, o sean unos tres mil pesos mensuales, suma la cual, hace 50 años, alcanzaba para vivir muy bien, sin apuros y sin angustias...

"Hoy tres mil pesos mensuales son dos salarios mínimos, más o menos, y no se puede vivir con esa cantidad. Los precios suben, pero el ingreso baja y además el peso ha perdido su poder de compra...

Concluye: "Un peso de antes --en 1950-- era como cien pesos de hoy. Ya le quitamos tres ceros y aun así sigue depreciándose nuestro peso. ¿A dónde iremos a dar? Al fondo del abismo".

TEMA TRASCENDENTE DEL DIA

¿Por qué Somos Pobres?

Por Fausto Fernández Ponte
I
MÉXICO es un país poseedor de riquezas naturales inmensas que, no obstante la monstruosa depredación ambiental y saqueo brutal realizado por unos cuantos oligarcas en agravio de todos, tiene una población considerada entre las más pobres del planeta. Ese es un hecho factual.

En efecto. Calcúlase que en Mèxico --cuyo número de habitantes es de 104 millones --o 126 se incluimos a los paisanos en estados Unidos-- el 70 por ciento de su población vive en la pobreza en gradación variopinta. Ese momio porcentual es, por terrible, dramático.

Ese 70 por ciento es una suma impresionante de pobres: son casi 70 millones de mexicanos. Imagine el caro leyente una cifra así de personas sin ingresos monetarios --o muy magros éstos--, pero sobre todo insertos en la vorágine de la marginación y la desesperanza.
Imagine también el leyente a esos casi 70 millones de personas atrapadas por una garra perversa: desempleados o subempleados o con una ocupación sin prestaciones y de ínfimo estipendo ue se ha estancado desde hace una década y perdido un 70 por ciento su alcance adqusitivo.

Imagine asimismo el leyente a esa enorme masa de pobres --no huelga repetir que somos casi 70 millones-- como destinataria de un bombardeo constante de mensajes diseñados mediante ciertas técnicas para inducirla a cierta conducta individual y colectiva.

Sin duda. Inducir conductas es el objetivo de ese feroz bombardeo de mensajes. Inducir comportamientos para esos pobres consuman obsesiva y compulsivamente bienes, servicios o valores que no necesitan y sin cuales su vida no sería no mejor ni peor. Así se le manipula psicológicamente.

Y mediante esa manipulación se le ofrece a esa masa de depauperados lo mismo un tangible que un intangible, incluyéndose entre éstos a valores ajenos a sus orígenes y experiencias históricas y sociales y a la composición misma de la estructura cultural.
II
O, en el mejor de los casos, se les ofrecen y venden programas de gobierno sofistas y falaces cuya continuidad agudiza la situación oprobiosa y de desigualdad económica, injusticia social e iniquidad moral y ética que los estruja. Caso en punto: la campaña de proseltismo electoral de Felipe Calderón.

Como secuela de ese inducimiento masivo, muchos pobres votaron por el señor Calderón, desconociendo, por ejemplo, que este candidato --hoy Presidente Electo-- representa la continuidad de la pobreza, la agudización de ésta, y el saqueo impune y cínico de las riquezas de México.

Ese saqueo, como sabríase bien, es cometido por una élite de oligarcas mexicanos y consorcios trasnacionales principalnmente de Estados Unidos y España, que tienen a su servicio a partidos políticos mexicanos y personeros de la alta burocracia gubernamental, como el Presidente Vicente Fox.

La depauperación de las masas de pobres no es sólo material --carencias, indefensión, cierre de las redes de capilaridad social, estancamiento económico, etcétera-- sino también educativa. Nuestro sistema educativo privilegia la capacitación para un mercado laboral capitalista de desempleados y subempleados.

Y, por contraparte, desprivilegia ese sistema educativo el acervo histórico y el conocimiento y la conformación de una identidad, la mexicana, sustentada sobre nuestras experiencias históricistas, para borrarla y dar paso a otra, orientada ést<>

El propósito de ese sistema educativo es, a nuestro ver, obvio: trátase de hacernos pensar y sentirnos más como estadunidenses que como mexicanos, con miras al objetivo esttratégico de perpetuar nuestra condición de mercado de consumidores cautivo de bienes y servicios que nos vienen del norte.

Compramos todo, sin necesitarlo. Y en ese proceso nos endeudamos más y màs, sin que nuestra pobreza nos permita salir de esa espiral sin fin. Los bieners materiales adquiridos no son sinìonimos, sino antònimos, de felicidad. Esta es elusiva. Y mella nuestra conciencia de que somos pobres.
III
Los estratos varios de las clases medias han sufrido proletarización evidente y depeuperación en mayor o menor grado. Pero carecen de conciencia de ello --de su propia proletarización-- y por tal motivo aceptan gustosamente las socaliñas del poder para proletizarlos más.

País geográficamente privilegiado, México tiene casi 11 mil kilómetros de costas, petróleo y gas natural, plata y otros minerales de importancia estratégica, bosques --entorno de una biodiversidad todavía impresionante aunque muy amenazada--, ríos caudalosos, y un elongado etcétera.

Sin embargo, su mayor riqueza es, precisamente, la que rerpresentan sus habitantes. Pero ese recurso es potencial en su grueso enorme. Decimos que ese recurso es potencial y no actual en densa proporción pues no ha sido desarrollado del todo, excepto en un rubro: el del mercado.

Así es. El recurso humano --la población-- es consumidora cautiva de bienes y servicios casi todos innecesarios, un 70 u 80 por ciento aproximadamente importados fìsicamente o por patentes o por conceptos de aculturación mediante mecanismos jurídicos y políticos de dominación económica y financiera.

Esa dominación económica y financiera tiene, a su vez, un circuito integrado --un periplo ideoógico, diríase-- asaz viciado, pues incide también en el comportamiento del poder político formal y fáctico en México. La dominación extranjera tiene cómplices mexicanos.

Los cómplices mexicanos ejercen corruptamanete y para sí mismos un monopolio del poder formal. Conforman la plutocracia, o sea el gobierno de los ricos, quienes, predeciblemente, se oponen a todo intento de modificación de ese status quo injusto, desigual e inicuo.

Se opone esa plutocracia a una forma de organización económica y política que permita a todos los mexicanos --incluyendo esos casi 70 millones de pobres, conscientes o no de su pobreza y su sometimiento por aculturación y aviesa pedagogía-- a vivir mejor.

Glosario:
Falaces: plural de falaz y éste de falacia, engaño, fraude o mentira que se utilizan para dañar a alguien.
Oligarcas: plural de oligarca. Miembro de una oligarquía. Sistema de gobierno en el que un pequeño grupo de personas personas, generalmente pertenecientes a una misma clase social, ejercen el poder supremo.
Periplo: viaje de largo reecorrido con regreso al punto de partida.
Socaliñas: truco o engaño que se hace para obtener algo de una persona que no está obligada a darlo.
Sofistas: que se valen de sofismas o argumentos aparentes. Sofisma: argumento aparente con que se pretende defender algo falso o convencer de ello.